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El Madrid aceptó el agobio del Sporfing

Álex Grijelmo

El Real Madrid acabó asumiendo que para ganar debía agobiarse. Es decir, debía, permitir al Sporting que controlase el juego del centro del campo. El equipo blanco se regaló el primer tiempo para hacer los goles y dar espectáculo; y la segunda parte la dejó para el vecino, en este caso el vecino de la clasificación y el principal contrincante en la lucha porjugar la temporada que viene una competición europea. Así, una vez anotados los dos goles de Butragueño el partido se hizo lento, pesado, cansino, corno si blancos y rojiblancos se hubieran paralizado, por el primer sol de mayo.Tal vez el cambio de actitud del Madrid, que ya se venía barruntando, tuvo como principal culpable una jugada en la que Tendillo cortó con alegría y salió veloz al ataque; el balón que debía haberle llegado de nuevo se perdió por el camino y toda la defensa quedó en si tuación desairada, con el calor que hacía. El sportinguista Emilio aprovechó el lujoso pa sillo y se personó en la frontal, pero tan sorprendido' estaba que se quedó sin fuerzas y le salió un tirín, lo que los casti zos llaman un chorrito. Era el minuto 10 de la segunda parte, y hasta ahí llegaron las bro mas. Desde ese momento, al gunos elementos del encuentro (el Madrid, el Sporting y Hagi) tuvieron dos partes.

El cornienzo fue prometedor para Hagi. Parecía otro: buscaba a sus compañeros cada vez que le llegaba la pelota. 0 cada vez que la robaba, lo que ocurrió a menudo. Organizó los dos ataques que dieron paso a los goles; salió a presionar a los defensas, peleó. Realmente, se sudó los aplausos. Como si alguien le hubiera dicho que Maturana estaba viéndole. Pero la segunda parte también cambió para él. Se reconvirnó en su Figura anterior y de nuevo negó el pase fácil y arriesgó con el difícil. Cambió su programa, y siempre que regresa a su autismo de principios de temporada acabó tomando decisiones equivocadas, como si Maturana ya se hubiera ido del estadio.

También comenzó bien el Madrid. Muy ordenado y con Butragueño mostrándose muy creativo, mientras que Michel compraba suelo en la banda derecha. El Sporting se obsesionó con defenderse y solamente fabricó una ocasión clara en la primera parte. En la segunda fue otra cosa. Se ordenó más arriba, marcó un gol, dispuso de media hora para empatar el partido y -casi lo consiguió.

Dos jugadores del Madriden cambio no registraron dife rencla en estas dos fases: Aldana y Butragueño. Aldana estuvo torpón y lento, y fue pitado varias veces. Butragueño, en cambio, hizo seis jugadas de rnaestro: el segundo gol, un pase a Aldana que éste desaprovechó, un pase a Villarroya, que no lo entendió; un envío vertical de nuevo a Villarroya en el que éste, que tuvo tiempo incluso de hacer apuestas con el portero, devolvió de nuevo incomprensiblemente hacia atrás, y dos regates secos en el área tras los que acabó derribado. Salvo Hagi, a rachas, y Michel, sus compañeros no le siguieron en ese nivel de juego. Es una lástima que el juvenil Alfonso, devuelto al Real Madrid Deportivo para intentar e¡ ascenso a Segunda, no haya podido disfrutar de estos partidos para descifrar cuanto antes si puede unirse a esa sociedad de talentos.

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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