Los sindicatos oponen Ia "intransigencia" de Solchaga, Borrell y Aranzadi a "la sensatez" de Serra y Solana

Los dirigentes de UGT y Comisiones Obreras pusieron especial interés ayer en resaltar que, a su juicio, hay división y discrepancias entre los distintos miembros del Gobierno y clasificaron a los ministros en dos grupos: los sensatos y con talante negociador, como Narcís Serra y Javier Solana, y los intransigentes que buscan deliberadamente los conflictos, como Carlos Solchaga, José Borrell y Claudio Aranzadi.Los ataques dirigidos al Ejecutivo y a los poderes públicos por las dos centrales son prácticamente coincidentes y califican de "interpretación maniquea" el considerar que estas huelgas en el mismo día del cierre de la campana electoral son políticas.

El dirigente ugetista Apolinar Rodriguez argumenta que ni los sociólogos electorales se ponen de acuerdo para determinar si las movilizaciones pueden beneficiar o no a la derecha. Agustín Moreno, de CC OO, cree que simplemente se trata de "un pulso a los sindicatos para desgastarnos ante la negociación del pacto de competitividad. El señor Solchaga intenta imponernos unas condiciones desde la prepotencia".

Los dos sindicalistas niegan que haya diferencias políticas en el seno del Gobierno, porque la política económica es una e inaceptable para ellos, pero sí han encontrado dos talantes diferentes, con un discurso que califican de sensato por parte del vicepresidente Narcís Serra, quien ha manifestado públicamente que estas huelgas son laborales, y la capacidad negociadora del ministro de Educación, Javier Solana, por haber resuelto en las últimas horas los cuatro conflictos pendientes con su personal laboral y de universidades.

Contraponen la actitud de los ministros económicos Carlos Solchaga, José Borrell y Claudio Aranzadi, a quienes acusan de tener "escasa altura progresista", según palabras de Agustín Moreno. El sindicalista tiene claro que a estos ministros "les interesa el conflicto por razones que ellos conocen".

Apolinar Rodríguez reiteró que "el Gobierno está dividido" y centró sus críticas especialmente sobre Solchaga, a quien responsabiliza "de este desaguisado por dar instrucciones a los gestores de las empresas públicas. Y es él quien habla de huelgas políticas". En su opinión, los ciudadanos tienen clara la legitimidad de las movilizaciones y afirmó que "si algo distingue a un socialdemócrata, es su inclinación por llegar a acuerdos", actitud que ha encontrado en Educación y en algunos responsables del INI.