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Que me quede como estoy

Suárez intenta salvar el acoso del PP y PSOE

Adolfo Suárez dice que está en plena forma. Gracias a él, mantiene, hay democracia en España, su partido es el verdadero centro político y el CDS tiene cuerda para rato. Asi devuelve Suárez la pelota cuando se pone en duda si seguirá al frente del partido, incluso si habrá un partido que presidir. Después del día 26 se sabrá si el PSOE y el PP han logrado ocupar la casa común del centro político o si el CDS consigue frenar su descalabro en los últimos comicios y, al menos, mantener su hueco electoral.

Las encuestas y sondeos apuntan a que el centro es un terreno por conquistar. Socialistas y populares se muestran dispuestos a su asalto y lo que hallan a su paso es un CDS tocado por el error de los pactos con los populares.Tales acuerdos han supuesto para el partido que preside Adolfo Suárez la pérdida de unos 8.000 militantes en toda España -sobre un total de 59.000, según la formación- y un coste en términos de credibilidad e indefinición. Ahora, en esta campaña, el CDS dice que los que se fueron es que no merecían estar y acusa a los populares de tener una actitud "fascistoide" por la "caza y captura de sus militantes".

Tras el fracaso matrimonial con el PP, el CDS se acicala ahora para tener pretendientes en el PSOE e incluso en Izquierda Unida. Este cambio de pareja da lugar a situaciones curiosas en los mítines que demuestran un cierto despiste. Mientras se aplauden a rabiar los insultos al PP -lleno de "catetos y carroñeros", según han dicho algunos candidatos centristas- también se le pide a Suárez que dé caña "a los socialistas".

"Novia de nadie"

El presidente del CDS asegura, sin embargo, que su partido "no es la novia de nadie" y que cualquier pacto tras las elecciones se hará sobre la base de un programa progresista. Más claro agua, porque a continuación señala que el PP carece de tales planteamientos.

A la búsqueda de una identidad propia, el CDS vuelve ahora a retomar el radicalismo -entendido como "inconformismo lúcido"- que le hizo obtener buenos resultados en las elecciones de 1987 y configurarse como un partido "bisagra". Sus candidatos aseguran que los demás les copian sus ofertas en cuestiones como la reducción del servicio militar o en un programa que atienda la demanda social de viviendas. Éste es un partido "con muchas ideas que recorre España "con un maletín cargado de utopías".

Pero si los primeros sondeos no se equivocan, el CDS lo tiene difícil incluso para mantener los resultados de las últimas elecciones, que ya le desplazaron a la cuarta posición entre las formaciones de ámbito estatal y a la quinta, si se tiene en cuenta a CiU. "Que me quede como estoy", puede ser la frase que resuma las esperanzas del partido centrista.

Si la cosa va a peor, quizá se ponga en juego la supervivencia del partido y la continuidad de Adolfo Suárez. Tanto monta..., y por ello utiliza su gancho personal y su activo político como valedor de la transición para que no se le escapen los votos del despiste y los temerosos de un descalabro electoral que lo arrastre todo.

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