Los Pistons ganan en Boston y están a una victoria de las semifinales
Los Celtics tenían todo a su favor para clasificarse para las semifinales de la NBA, pero el miércoles dejaron escapar su gran oportunidad. La suerte que les ha acompañado durante décadas se ha desvanecido con la salud de Larry Bird. En el Boston Garden cayeron, en el quinto partido de la serie, ante los actuales campeones, los Pistons de Detroit por 111 a 116, pese a llegar a remontar una diferencia de 18 puntos. Ahora, los Pistons se han colocado con una ventaja de 3-2, y pueden acabar con los Celtics en el sexto encuentro, que se jugará en Detroit.Los Celtics tienen la espalda contra la pared y un pie en la tumba. Están obligados a ganar hoy, en el Auburn Palace, donde han triunfado una vez en los nueve encuentros de esta temporada, precisamente la semana pasada en el tercer partido de esta serie. El Boston no ha sabido rematar después de conseguir una ventaja de dos partidos a uno. Los Celtics, con 16 títulos, se jactan de ser los campeones eternos de la NBA. Pero los años y el resurgimiento de los Pistons han convertido esa frase en un engaño.
La única explicación que pueden presentar los Celtics fue la lesión de su pívot, Robert Parish, que se torció el tobillo izquierdo y no jugó la segunda mitad. Isaiah Thomas, el base de los Pistons, sólo jugó 15 minutos, pero los aprovechó muy bien, con seis asistencias.
El acierto del Detroit
Cada uno de los jugadores del Detroit acertó en su papel. Variaron sus esquemas habituales y se dedicaron al juego ofensivo. Por primera vez en los play off, los Pistons encajaron más de 100 puntos y ganaron un partido.Detroit llegó a gozar de un parcial favorable de 57 a 75 en el tercer tiempo. Bird intentó levantar a su equipo, pero se vio claramente que su espalda le impide rendir al máximo. Sus momentos brillantes fueron pocos. Al inicio del cuarto tiempo marcó ocho puntos para un parcial de 12 a 2 y poner el marcador 81 a 90. Pero eso fue todo.
Los Celtics llegaron a empatar a 100 cuando faltaban menos de cuatro minutos. Se quedaron parejos hasta llegar a 106, cuando restaba menos de un minuto. Era el momento en el que debían intervenir los duendes y fantasmas del Boston Garden. Pero en el resto del partido, los Celtics cometieron dos faltas en ataque, Bird falló un triple, y un corte de balón de Dee Brown se le escabulló a Kevin McHale debajo de las piernas. En otra época, nada de esto hubiese ocurrido. Pero los campeones son los Pistons, y a ellos les pertenece el destino.
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