El italiano Emilio Gabaglio se perfila como secretario general de la CES
Varias reuniones de los vIcepresidentes de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y un encuentro de su comité ejecutivo han sido necesarios para lograr un consenso en torno a los candidatos a la dirección. La presidencia no ofrece problemas, ya que Norman Willis, de las Trade Unions británicas, es el único candidato, pero no ocurre lo mismo con la secretaría general, que en la nueva época que se abre con el congreso inaugurado ayer, tendrá un papel decisivo.En las últimas horas se ha puesto de manifiesto que el italiano Emilio Gablagio, de la CISL, cuenta con un respaldo mayor que el holandés Johan van Reens, por lo que con toda seguridad el viernes saldrá elegido en el congreso. Gabaglio es apoyado por los tres grandes bloques nórdico, alemán e italiano y también por los tres sindicatos españoles presentes en la CES (UGT, CC OO, que asiste por primera vez como miembro de pleno derecho, y ELA-STV).
La preparación del congreso de la CES ha costado más de un ano, ya que en él se va a debatir una importante transformación de la confederación para afrontar el reto del mercado único de 1993, de forma que sea algo más que una mera coordinadora de sindicatos y pase a tener amplios poderes de decisión. Con ese objetivo, los estatutos van a ser modificados para fortalecer la figura del secretario general y para convertir el actual comité de finanzas en una auténtica ejecutiva de 15 miembros. Los nueve vicepresIdentes que hay ahora quedarán reducidos a cinco, por lo que Nicolás Redondo, líder de la UGT, desconoce si seguirá.
Convenios europeos
Otro paso importante que ha tenido muchos problemas y resistencias es el reconocimiento de los 15 comités sindicales -las federaciones de industria- que complementarán la representatividad ahora limitada a las organizaciones regionales. Con la vinculación de los comités sindicales a la dirección de la CES, se abre la posibilidad de negociar acuerdos marcos con las empresas multinacionales y más adelante lograr el reconocimiento del derecho a la negociación colectiva a nivel europeo.
Se trata, en suma, de conformar una confederación con capacidad para tratar con los Gobiernos comunitarios y exponerles una de las grandes demandas del congreso: la reforma del Tratado de Roma para que la política social se adopte por mayoría y no por unanimidad como ahora. Redondo cree que esa reforma es imprescindible "ahora que ya no está la señora Thatcher para que la usen de coartada". La CES necesita fortalecerse frente a la patronal europea UNICE que "sólo se une para votar a la contra en el comité económico y social", según el líder de CC OO, Antonio Gutiérrez.
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