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El viento reafirmó el dominio de los españoles

Robert Álvarez

La primera escaramuza importante de la Vuelta a España sumó daños en el saldo ya negativo de algunos corredores. En la ancha recta de casi 30 kilómetros que precedía a la meta de Albacete sumaron 23 segundos más de retraso escaladores colombianos como Luis Herrera, Alvaro Mejía y el prometedor pero inexperto Oliverio Rincón y el holandés Steven Rooks, así como el italiano Marco Giovannetti, todos ellos incapaces de asimilar los abanicos que propició el viento. El alemán Uwe Raab confirmó sus dotes para el sprint y se adjudicó el triunfo.

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Pensando en el traslado

El ONCE ha salido indemne de las dos largas primeras etapas en llano. La carrera no le ha exigido un gran desgaste para mantener su privilegiada posición, ganada en las contrarreloj por grupos. Sigue disfrutando del liderato, que ostenta Melchor Mauri, y ayer, si cabe, aumentó las posibilidades de sus dos jefes de Fila, Anselmo Fuerte y Marino Lejarreta.Se demostró, una vez más, que la Vuelta es un diálogo entre españoles con la única intrusión del mexicano Raúl Alcalá. Todos ellos estuvieron en las primeras posiciones para no perder rueda del primer abanico que se formó.

El Clas de Pello Ruiz Cabestany y Federico Etxabe y el ONCE de Fuerte y Lejarreta fueron los bloques que tomaron la iniciativa para distanciar al segundo grupo, del que tiraron los componentes del Gatorade de Glovannetti, el Panasonic holandés y el Lotus de Jesús Blanco y Luc Suyckerbuyc.

Los corredores modestos intentaron emular el triunfo de Jesús Cruz Martín en la cuarta etapa. Pero ayer el equipo Seur, confiando en las posibilidades en el sprint final de su corredor británico Malcolm Elliot, abortó las numerosas escapadas que se produjeron, incluida la que tuvo mayor éxito, la del modesto Juan Guijarro, del equipo Mavisa.

Las caídas afectaron ayer a uno de los corredores que elevaban el discreto nivel de participación extranjera, el soviético Dimitri Konishev, jefe de filas del TVM holandés. Konishev tuvo que abandonar ya que se fracturó la clavícula. Primer soviético en adjudicarse una etapa del Tour y actual campeón de su país, Konishev ocupaba la vigesimoprimera posición a 1.55 minutos del líder, y era uno de los hombres en los que se confiaba para animar una carrera en la que partió con serias opciones de triunfo.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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