Carreras sindicales
Con respecto al editorial titulado Carrera sindical y publicado en su periódico el pasado lunes 1 de abril de 1991, quisiera trasladarle algunas matizaciones, importantes desde mi punto de vista, sobrc el desarrollo del actual proceso de elecciones sindicales:1. No puede ser que CC OO se adelantara esta vez a UGT en los llamados preavisos, dado que UGT nunca los efectuó con anterioridad -como fácilmente se puede comprobar-; esa dinámica sólo fue puesta en marcha, con otras características, en las elecciones de 1986 por ELA-STV.
2. Es preciso recordar que en el año 1986 se registraron 179.096 delegados, de los que fueron declarados "no computables" 16.798 (9,38%). Pese a las duras descalificaciones que hizo CC OO, la realidad es que perdió más delegados que UGT en el cómputo final sobre los delegados que registró: otros, 13,36%; CC OO, 8,71 %, y UGT, 7,4 1 %; en cualquier caso, ambos sindicatos, por debajo de la rriedia nacional..
3. Este es el quinto proceso electoral sindical en nuestro país, y usted puede comprobar en cualquier hemeroteca las declaraciones de Comisiones en los dos comicios que ellos ganaron (años 1978 y 1980, celebrados con mínimas garantías de control derivadas de la insuficiencia legislativa de la época), en las que calificaron el proceso como transparente y claro, mientras que en las elecciones sindicales que ha ganado UGT la desacreditación de los resultados por parte del perdedor ha sido constante. No deja de ser una apreclación subjetiva afirmar que Ios dos grandes sindicatos están enzarzados'en una batalla por el primer puesto", ya que ni CC OO pone en duda el triunfo de la UGT por una mayor diferencia, incluso, que en el año 1986. Otra cuestión es que este sindicato, por puro tacticismo, se niegue a reconocer públicamente la evidencia, repitiendo su actitud de anteriores comicios. De ahí que la UGT afirmara que CC OO sólo reconoce los resultados cuando le son favorables.
4. Lo que no se puede olvidar en el análisis del actual proceso es que en Euskadi, donde CC OO suscribió el acuerdo sin dical que no quíso aceptar a nivel de todo el Estado, no ha habido ni la más mínima sombra de duda sobre los resultados, y su cómputo está finalizado y publi cado en el Boletín de Euskadi del 30 de enero pasado.
5. Desde la UGT lo que sí puedo garantizarle a usted es que debemos ser los únicos en querer acelerar el proceso de cómputo, con todo rigor, viendo acta por acta, y, en este sentido, hemos reiterado hasta la saciedad que es necesario poner más medios a disposición de las comisiones provinciales con el fin de agilizar el proceso. Resulta absoluta mente impresentable que Ma drid funcione con prácticamente los mismos medios que la comisión de Valladolid, por poner un ejemplo. Si se aplicaran los mismos métodos, pongo por caso, en los próximos comicios municipales, los resultados de dichas elecciones no serían oficiales probablemente hasta 1992.
6. Históricamente, y en todos los procesos electorales anterlores, CC OO ha venido desacreditando a los delegados de personal como delegados de segunda división, considerando incluso como únicos representantes reales a los miembros de los comités de empresa. Llegaron a afirmar que no se puede convalidar igual a un diputado por Ciudad Real que a uno elegido por Madrid, dada la diferencia de electores entre uno y otro. Sin embargo, en este proceso, CC OO, con sus preavIsos y su campaña en televisíón, se ha volcado en los delegados de personal, constatando, a pesar de todo, la cruda realidad de que los trabajadores han confiado más en los candidatos de UGT, tanto en la pequeña como en la gran empresa.
7. Llama la atención el ¿olvi-
Pasa a la página siguiente
do? del editorialista sobre el papelón que está jugando en este proceso la Administración, verdadera responsable, por su dejación y negligencia, de que cuatro meses después de concluidas las elecciones sindicales aún no contemos con los resultados definitivos. Ni siquiera, cuando ya se ha computado más del 60% de los resultados, han sido capaces de ofrecer un adelanto del estado de homologación, tal y como está legalmente establecido (Real Decreto 1.311/1986, 13 de junio, artículo 13.7).
En definitiva, hay algo meridianamente claro, la incapacidad resolutiva sólo perjudica a los sindicatos y, por supuesto, a los trabajadores. Por el contrario, los empresarios y la Administración seguirán tan contentos mientras se mantenga la actual situación en las elecciones sindicales- Miguel Ángel Ordoñez, secretario de comunicación e imagen de UGT. Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.