_
_
_
_
_

Los cazadores de trofeos

V. J., Una vez más, una bufanda ha sido la causa de un nuevo conato de violencia relacionado con el fútbol. No es una casualidad. Es lo que los especialistas en el comportamiento de grupos ultras definen como caza de trofeos. Se trata de una práctica habitual en los colectivos de fanáticos futbolísticos, que consiste en arrebatar por la fuerza un objeto o prenda de cualquier sujeto supuestamente enemigo.

La búsqueda de un trofeo de guerra fue lo que llevó al hospital el pasado 10 de febrero a Eduardo Andrés, de 18 años, hijo de Rafael Andrés Mombiedro, presidente del Comité Superior de Disciplina Deportiva.

En aquella ocasión, el agredido regresaba a su casa en metro tras asistir al Vicente Calderón a un Atlético-Valladolid, cuando varios desconocidos, presuntos miembros del grupo Ultrasur, le asestaron una brutal paliza para arrebatarle una bufanda de la Roma al grito de "indio, indio", apelativo que los ultras blancos dedican a los seguidores rojiblancos.

Más información
Un miembro del Frente Atlético estuvo ocho días en la UVI tras ser agredido por presuntos Ultrasur

Eduardo Andrés fue hospitalizado con doble fractura de tobillo, rotura del tabique nasal y una costilla quebrada. La Brigada de Seguridad Ciudadana mostró al muchacho fotografías de integrantes del grupo Ultrasur, sin que hasta el momento hayan sido identificados los autores de tan salvaje agresión.

Puñaladas mortales

El hecho coincidió con la reconstrucción judicial en Barcelona de la muerte del joven francés Frederic Rouquier, acaecida el 13 de enero, y de la agresión con arma blanca del español José María Arboleas, ambas a manos de cinco boixos nois, los ultras del Barcelona.

La frecuencia con que están sucediendo este tipo de acciones ha alarmado a la policía, que considera que las medidas represivas ya no son suficientes para atajar el problema. La formación de la tan anunciada Comisión contra la Violencia recogida en la Ley del Deporte es uno de los recursos que reclaman los agentes de seguridad.

En ocasiones existe un conocimiento claro de los hechos. En otras, no. Un miembro del Frente Atlético explicó a EL PAÍS que un día llegó a la oficina que los ultras rojiblancos poseen en el Manzanares un socio del club exigiendo venganza. Según dijo, un grupo de fanáticos madridistas habían enviado a su padre al hospital durante una semana. La circunstancias de este hecho son desconocidas, de momento, para la policía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_