Dulces imperios
Resulta indignante ver como es usado y manipulado el nombre de Dios por los protagonistas de la guerra del Golfo. Tanto Saddam Husein como Bush no hacen sino nombrar a Dios en sus intervenciones.Soy creyente pero creo que invocar a Ala, Adonai o a Dios en esta guerra no deja de ser meter al mismo Ser en una lucha que no desea bajo ninguna circunstancia. Dios no ayudará a ninguno de los dos bandos. Vencerá quien tenga superioridad militar y sepa jugar mejorcon las oportunidades, siempre que por vencer se entienda derrotar militarmente al enemigo. Habrían vencido ambos bandos si no hubiera comenzado la guerra... Ya lo dijo Juan Pablo II al calificar la guerra como "aventura sin retorno"-
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