El Estudiantes gano una vez más al CAI en Zaragoza
El entrenador de Estudiantes, tras el partido de ayer, mantiene ese porcentaje impecable de contar sus visitas a Zaragoza por triunfos. Esa frase adjudicada a Antúnez, que él niega haber dicho, nada ingeniosa por demás, "el CAI pagará los platos rotos por nuestra eleminación de la Korac", se ha cumplido como si de un vaticinio se tratara.La resaca de las competiciones europeas se hizo evidente en la cancha del CAI El equipo local pareció vivir de las rentas exquisitas obtenidas en Cholet, a principios de semana. En poco, en casi nada, pareciose el Zaragoza de ayer al europeo, más bien fue la antítesis. Si allí hubo orden, aquí confusión. Si en la ¡da de la sernifinal de la Recopa se jugó, con buen criterio, basándose en el casi infalible poder ofensivo de Magee, ayer se minimizó su capacidad.
Y, claro, Estudiantes ni es advenedizo, ni descompone la figura porque acumule un par de errores consecutivos, o porque Pinone no rebotee como en él esnormal, o porque Herreros esté toda la segunda parte sentado en el banco o, en fin, porque Orenga, fenomenal toda la tarde, fuera eliminado por cinco faltas en un momento que pudo ser crítico.
Estudiantes no sólo no entregó el partido en ningún momento -en su caso sería algo parecido a cometer delito de alta traición, de traición al espíritu que le es inherente-, sino que agazapado, sin darse a notar, esperó el momento oportuno para mesar las barbas de un probable finalista europeo.
Ese instante llegó a poco más de tres peldaños para cumplir el tiempo. Van Eman, entrenador del conjunto aragonés, pidió tiempo con 77-79 en el marcador para buscar el éxito. Se le ocurrióque sus jugadores presionaran y allí estuvo el principio del fin. En contra de sus deseos, sus jugadores perdieron posesiones de balón, se precipitaron en los lanzamientos a canasta y, además, no consiguieron maniatar, a los estudiantiles. Antúnez aceptó toda la responsabilidad que le vino a las manos y concluyó unespléndido partido que le daba a Estudiantes el logro que buscó desde el salto inicial.
Para amigos de las estadísticas y para alejarse un tanto de la dictadura del rebote, anotemos que el Zaragoza capturó 42 y, 26 el Estudiantes; de nada sirve dominar esta parcela si en otra, la de los envíos al aro, se es notoriamente inferior: el equipo de casa aquí únicamente aprobó y el foráneo obtuvo notable alto.
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