El Estudiantes y el Madrid se disputan el tercer puesto

El Estudiantes y el Real Madrid juegan hoy (19.30 horas, Telemadrid) el partido que tenían aplazado desde la quinta jornada de la Liga de baloncesto al no poder disponer del Palacio de los Deportes. Los dos equipos se encuentran empatados en el tercer lugar de la clasificación, con 18 victorias y siete derrotas. La más que probable inclusión de tres conjuntos españoles en la futura Liga europea añade un punto más de interés a la lucha entre los perseguidores del Joventut y el Barcelona.A pesar de su igualdad, las situaciones que atraviesan ambos tienen poco en común. Mientras el Madrid se encuentra en constante estado de crisis y ha hecho de la irregularidad el pan suyo de cada día, el Estudiantes se mueve bajo unos cánones basados en la lógica: gana los partidos que tiene que ganar y pierde los que tiene o puede perder. Mientras el Madrid se muestra intratable en el Palacio, en donde ha vencido siempre, el Estudiantes perdió tanto frente al Joventut como ante el Taugrés.

El potencial del Madrid debajo de los aros, con Roberts, Martín, Herrera e incluso Cargol, es superior al del Estudiantes, como se demostró en el encuentro de ¡da, en el que Roberts acabó convirtiéndonse en el amo y señor de los tableros, siendo decisivo en el triunfo madridista.

Ninguno de los dos equipos cuenta entre sus virtudes con un efectivo ataque frente a una defensa formada, por lo que el balance defensivo puede convertirse en un factor determinante. La mejora de Winslow y Herreros es la nota positiva del equipo del Estudiantes.

La precaria situación flisica de Antonio Martín obligó al técnico blanco, Wayne Brabender, a utilizar de salida a Herrera como 4 el domingo pasado, frente al CAl Zaragoza, y, una vez más, se probó su mejor adaptación a ese puesto que al de alero alto. Su puesta a punto permite al Madrid una versatilidad del planteamientos en los hombres altos de la que carece el Estudiantes. Pinone y Orenga no cuentan con sustitutos de garantías, lo que no ocurre en el juego de perímetro, en el que Antúnez y Azofra, por un lado, y Montes y Herreros, por otro, forman dos parejas complementarias.