Bernard Pivot vuelve a la televisión francesa con un semanario cultural

Bernard Pivot ha necesitado menos de seis meses para recuperarse de la indigestión de libros de sus 15 años al frente del programa televisivo Apostrophes. El hombre que inculcó o devolvió a decenas de millares de franceses el gusto por la lectura acaba de reaparecer en la televisión gala con una emisión llamada Bouillon de culture (Caldo de cultura), un semanario cultural.

El programa, emitido por la cadena pública Antenne 2 los sábados por la noche, dura una hora y media y es un semanario cultural sazonado con la sal y pimienta del humor.

Pivot imprime a su Bouillon de culture el ritmo de un informativo sobre la guerra del Golfo. Ningún personaje invitado, ningún tema abordado permanecen en pantalla más dé unos pocos minutos. Pivot habla de vinos con Gérard Depardicu, ofrece un reportaje sobre los anuncios televisivos más audaces, de la temporada, habla con un chófer de taxi de origen magrebí sobre las hermosuras de la, lengua francesa, difunde un extracto del filme Henri IV, de K. Branagh...

Bernard Pivot se desplaza por el estudio como un corredor de fondo. Sube y baja las escaleras de los diversos niveles, y en cada rincón presenta un tema y unos invitados diferentes. "Con Apostroplies ", dice, "me pasé tres lustros sentado en un sillón hablando de libros con los escritores. Ahora me apetece moverme".

Teatro, cine, televisión, publicidad, fotografía, libros y gastronomía son los principales ingredientes del caldo de Pivot. Varios cronistas culturales de diversos periódicos y semanarios franceses refuerza al cocinero jefe.