_
_
_
_

Ivic está dispuesto a imponer su criterio sobre las indicaciones tácticas de Gil

Tomislav Ivic, entrenador del Atlético de Madrid, desobedeció en Logroño, una vez más, las instrucciones de su presidente, Jesús Gil, quien pretendió jugar con tres puntas en vez de dos. El yugoslavo está dispuesto a mantener sus criterios. "No me interesa lo que piensa la gente. Mis decisiones deben ser justas. Si se pueden compatibilizar con la política de empresa, mejor. Pero no al revés", comentó ayer.

Ivic prefiere no dar importancia al tema, pero los precedentes demuestran que llevarle la contraria al presidente es una osadía que se paga muy cara. "Mi presidente nunca habló conmigo de eso. Fueron declaraciones en prensa que nunca leo. De todas formas, yo pretendo más que nadie que mi equipo gane", declaró ayer.El yugoslavo reconoció que un entrenador está presionado siempre", pero matizó que él intenta esquivar esa presión: "Yo he venido aquí para trabajar. Necesitaba una adaptación y creo que en mi caso fue positiva. Si pensara en cada momento lo que me puede suceder si hago esto o lo otro no hubiera venido".

Si el Atlético hubiera perdido en Logroño, Ivic habría vuelto a encontrarse en la cuerda floja, como ya lo estuvo en dos situaciones precedentes. Primero, cuando, sin conocer a sus hombres, comenzó a colocar a los jugadores en puestos distintos a los que solían jugar. La plantilla criticó las decisiones del técnico y Gil tuvo que llamarle al orden, sin que él cambiara un ápice en su manera de trabajar. Una racha de buenos resultados, entre los que figuró la victoria contra el Barcelona, le mantuvieron en el puesto.

Posteriormente, el Atlético salió derrotado de Mallorca y el puesto de Ivic volvió a tambalearse. Los jugadores se quejaron del excesivo conservadurismo del equipo fuera de casa. Gil se reunió con Ivic y le recomendó que jugara más ofensivamente. Los tres partidos siguientes el Atlético jugó con más delanteros y ganó. En el último encuentro, en Logroño, lvic volvió a jugar con menos puntas naturales, sin hacer caso a las recomendaciones de Gil, pero el resultado fue nuevamente positivo y nadie le ha podido criticar.

El yugoslavo justifica su conservadurismo fuera de casa en la lucha de los jugadores y en su polivalencia: "El problema fuera de casa era aprender el sistema. Ahora funciona bien la defensa y el ataque. Los resultados se consiguen con la lucha al máximo y es lo que ahora ocurre. Además, mis jugadores son polivalentes. Por ejemplo, antes Juan Carlos sólo era defensa y ahora juega en defensa y se incorpora al centro del campo y hasta el ataque".

Otra de las muestras de la personalidad del técnico ha sido la suplencia de Rodax. El austríaco, que costó 300 millones de pesetas al Atlético, atraviesa un mal momento de forma e Ivic no lo ha alineado en los dos últimos encuentros: "'Mi plantilla es mi familia y él también. Lo que pasa es que mi trabajo debe ser justo. Si hay jugadores que lo están haciendo mejor que él, debo sentarle en el banquillo".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_