El tapón de la izquierda
Los dos presidentes de las organizaciones políticas juveniles de izquierda -Juventudes Socialistas y UJCE- son los que más se quejan de las dificultades que encuentran sus militantes a la hora de integrarse en la estructura de la organización central del partido cuando les llega la hora de la jubilación, a la edad de 30 años.
"Existe un importante bloqueo generacional para que el partido aproveche a los cuadros y las personas de las Juventudes, que se da como consecuencia de que los líderes del partido son todavía jóvenes y lo han hecho muy bien. Pero el PSOE tiene que darse cuenta de que hay toda una generación, la del 82, que se puede perder para la vida política si no se le abren huecos en el partido", dice José María Crespo.
Enrique de Santiago reconoce que "es un poco absurdo pedir cuotas de jóvenes en las listas electorales del partido porque, además de ser una forma rechazable de discriminación positiva, no sirve de nada: te colocan a seis jóvenes al final de la lista, en los puestos que no van a salir, y punto", afirma.
Demanda insatisfecha
Radicalmente distinta es la opinión de los líderes de las Juventudes del CDS y de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, que se declaran "incapaces, a veces, de satisfacer la creciente demanda de personas jóvenes cualificadas de las Juventudes por parte de los órganos directivos del partido".
En opinión del dirigente de Juventudes Socialistas, José María Crespo: "Es triste, pero quizá tiene más posibilidades de tener éxito en el partido y de hacer carrera política en él un joven que se dedique a sacar su carrera brillantemente, a hacer algún master y dominar varios idiomas, que otro que dedique su tiempo y su entusiasmo a las Juventudes con una gran vocación ideológica. En este sentido, la militancia en la organización juvenil puede ser una pérdida de tiempo para quien quiera ser político profesional".
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