Kaspárov y Kárpov irritaron al público con un empate sin lucha
Los ajedrecistas soviéticos Gari Kaspárov, campeón, y Anatoli Kárpov, aspirante, mostraron en la madrugada de ayer su falta de confianza en sí mismos durante la décima partida del mundial que disputan en Nueva York. Ambos invirtieron mucho tiempo en decisiones sencillas hasta que se firmó el empate después de 18 movimientos en tres horas y 12 minutos de juego decepcionante. Kárpov tendrá mañana la iniciativa de las piezas blancas en la undécima de las 24 partidas previstas con el marcador igualado a cinco puntos."Venir a ver esta pantomima me ha costado una discusión conyugal y 100 dolares" (unas 9.600 pesetas, la entrada más barata vale 2.500), comentó un aficionado cuando abandonaba el patio de butacas. "Si están agotados que pidan descanso. Ahora deberíamos exigir que nos devuelvan el dinero", le contestó su interlocutor. Un centenar de espectadores se resistía a salir del teatro 15 minutos después del frustrante desenlace.
Cuando un ajedrecista profesional ha cometido errores en sus últimas partidas tan graves como los de Kaspárov (séptima y octava) y Kárpov (novena) queda sumergido en un mar de dudas. En lugar de recorrer una sola vez cada rama del árbol de variantes, sin volver atrás para ahorrar tiempo, las repasa sin cesar hasta que se da cuenta de que debe tomar una decisión inmediata porque ha gastado muchos minutos que pueden ser preciosos en los momentos decisivos. Los primeros 18 movimientos se hacen casi siempre en menos de una hora. Kaspárov y Kárpov consumieron ayer 95 y 97 minutos, respectivamente.
Los dos huyeron del calor de la lucha como gatos escaldados. El primer síntoma lo dio el aspirante al evitar la apertura española, que había empleado invariablemente con las piezas negras en este encuentro, y optar por la defensa Petroff, muy apropiada cuando se busca el empate. Kárpov la utilizó seis veces en los encuentros anteriores contra Kaspárov, con un balance de cinco tablas y una derrota.
Kaspárov, sorprendido, exhibió su conocido repertorio de gestos al ver la segunda jugada de las negras. Tras mirar al techo, al público, al suelo y al tablero mientras desempolvaba su archivo mental, eligió una variante poco frecuente. Kárpov estaba bien preparado e introdujo una novedad que cortó de raíz la habitual tendencia del campeón a complicar el juego. Las blancas lograron una pequeña ventaja, pero Kaspárov tampoco tenía ganas de trabajar.
Blancas: Kasparov. Negras: Karpov
1 e4, e5 / 2 Cf3, Cf6 / 3 d4, cxd 4/ 4 e5, Ce4 / 5 Dxd4, d5 / 6 exd6 a. p., Cxd6 / 7 Cc3, Cc6 / 8 Df4, Cf5 (una novedad, con la idea de jugar Ad6 y evitar la ubicación natural del alfil blanco en e3) 9 Ab5, Ad6 / 10 De4 j., De7 / 11 Ag5 (Kaspárov pensó 37 minutos)11 ... f6 / 12 Ad2, Ad7 / 13 0-0-0, Dxe4 / 14 Cxe4, Ae7 / 15 g4, a6 / 16 Ac4 (otra posibilidad era 16 Axc6, Axc6 /17 The1) 16... Cd6 / 17 Cxd6, Axd6 / 18 Tde 1 j. y tablas a propuesta de Kaspárov. Las negras tendrían una posición sólida tras 18 ... Ae7 para continuar con el enroque largo.
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