El 'doping' y la preparación errónea preocupan en Holanda

Los ciclistas holandeses desconocen los verdaderos efectos de los productos químicos que ingieren y suelen entrenarse de forma desordenada y nociva para la salud, movidos por el deseo de triunfar. Estas conclusiones se deducen de la primera entrega de una compleja investigación de la comisión médica de la federación. El informe fue encargado tras el fallecimiento repentino de una decena de jóvenes corredores en las dos últimas temporadas. Sobre la razón de sus muertes, que no han podido ser relacionadas con el abuso de estimulantes, las pruebas continúan.Jan Oudhof, cardiólogo de Leiden que dirige los estudios, ha analizado con otros dos especialistas las reacciones e historiales de 20 ciclistas durante los últimos siete meses. En casi todos los casos hallaron un corazón de gran tamaño con pocas pulsaciones. Su influencia sobre la posible parada tras un esfuerzo enorme están siendo analizadas.

Nueve de los corredores que colaboran con el cardiólogo son profesionales. Los restantes son aficionados, pero sus errores a la hora de entrenarse o elegir sustancias químicas resultan similares a los de sus colegas. Así, mientras algunos corren demasiado y sin controlar su esfuerzo, otros, que parecen más experimentados, regresan a la bicicleta sin haberse recuperado de una enfermedad.

Consumo obligado

Tanto los ciclistas expertos como los recién llegados creen que tomar estimulantes resulta casi obligado para triunfar en la alta competición. Entre los aficionados, las entrevistas reflejan además un auténtico miedo a verse obligados a drogarse cuando tengan acceso a la categoría profesional. El informe apunta aquí la responsabilidad de entrenadores y médicos por no controlar la prescripción de sustancias. Estos últimos tampoco frenan a los corredores, que acaban por medicarse solos. Para controlar la ingestión de productos dañinos o prohibidos, la comisión sugiere la presencia de un facultativo.