Los Knicks esperan frenar a Kukoc
El New York Knicks intentará corregirse hoy (20.30 horas, TVE-2), en la final del Open McDonald's de baloncesto, después del susto sufrido en el partido inaugural frente al Scavolini de Italia. Su rival de hoy, el Pop 84 de Split, campeón europeo, pero equipo desconocido para los estadounidenses, les provoca cierto temor, sobre todo su figura Toni Kukoc. El entrenador de los Knicks, Stu Jackson, lo calificó ayer como el "Michael Jordan de Europa". Kukoc fue la sensación de la primera jornada, con un récord de 17 asistencias.
"Kukoc es un auténtico jugador", declaró Jackson. "Juega dentro del equipo, pero en los momentos decisivos, busca ser el que decide. Eso sólo lo hacen las grandes figuras".Los Knicks sufren un problema fundamental, aparte de que se les atraganta la defensa en zona que practican los europeos. No tienen un jugador capaz de marcar individualmente a Kukoc, de 2,08 metros y con la soltura de un Magic Johnson. De los dos aleros titulares de los Knicks, al primero, Kiki Vandeweghe, le falta altura, y el segundo, Charles Oakley, juega mejor debajo del tablero.
Es irónico cómo el foco de este torneo ha dejado de girar en torno a los norteamericanos. Pero es culpa de ellos. Tienen como excusa que el partido frente al Scavolini -victoria en la prórroga por un mínimo 119115- fue su primer encuentro de la pretemporada. Sin embargo, con el honor de la NBA no se juega. El comisionado de la liga, David Stern, estuvo con cara larga durante durante buena parte del partido, lo cual ocasionó una pequeña broma de parte de Jackson. "Intenté buscarlo en las tribunas, pero estaba cubierto por una manta", dijo el entrenador norteamericano. "Una derrota hubiera resultado ser uno de los momentos más negros de la NBA. Prometimos dar un espectáculo y por desgracia cumplimos del todo", añadió.
"Situación vergonzosa"
Los propios jugadores de los Knicks reconocieron que ofrecieron un mal espectáculo, aunque con un desenlace apasionado. "Estábamos en una situación vergonzosa", declaró Wilkins, autor del triple que permitió la prórroga y enderezar el partido.En resumen, los Knicks afrontan la final de hoy con mayor respeto a su rival, mientras que Zeljko Pavlicevic, técnico del Pop 84, evita todo tipo de complejos. Se niega a extraer demasiadas conclusiones del flojo encuentro que realizó el equipo norteamericano. "Podemos vencer", aseguró Pavlicevic, "y, de hecho, saldremos a disputar la final sin ningún tipo de presión psicológica".La ventaja de los Knicks es el pivote Patrick Ewing, autor de 34 puntos, 17 rebotes y 8 tapones frente a Scavolini, un rendimiento que a pesar de las cifras no fue del todo sensacional. Si el gigante despierta, el Pop 84, sin tantos hombres grandes, podría ser aplastado."Sería un error creer que los Knicks no son capaces de ganarnos por 30 puntos", advirtió Pavlicevic: "Estoy seguro de que después de su resultado frente a Scavolini afrontarán el partido con mayor respeto hacia el rival y mayor concentración".
El técnico yugoslavo, que la pasada temporada dirigió durante algunos meses al Taugrés, indicó que cuando se hizo cargo del Pop 84 era consciente de las dificultades que le aguardaban para mantener el extraordinario nivel que ha conseguido un conjunto que ha sido capaz de ganar las dos últimas ediciones de la Copa de Europa. "Por eso pedí a los directivos que no se desprendiesen ni de Kukoc ni de otra serie de jugadores por los que también se realizaron ofertas", dijo.
Kukoc, por su parte, señaló que de momento no tiene intención de aprovechar la opción que el Chicago Bulls, el equipo de Jordan, tiene sobre él. "Tiene a Jordan y a Scottie Pippen, ¿dónde me colocarían?", señaló la estrella yugoslava.
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