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Las televisiones públicas francesas acuden a la subvención estatal para recuperar su audiencia

La televisión francesa bulle. La Cinq, una de las cadenas privadas, va a cambiar de propietarios. Robert Hersant, su presidente y director general, acaba de presentar un plan para deshacerse de un canal en bancarrota, tras aprender que la violencia, el sexo y la vulgaridad no convencen. Las dos televisiones públicas, Antenne 2 y FR-3, se proponen reconquistar los telespectadores perdidos y ganar algunos más, con el apoyo de los presupuestos del Estado.

El Estado francés y las dos cadenas públicas, que han formado un frente común, firmaron el pasado miércoles un contrato que define sus principales orientaciones para dos años. Mediante este acuerdo, Antenne 2 y FR-3 pretenden ganar audiencia hasta captar diariamente al espectador francés durante 42 minutos diarios.Entretanto, las cadenas privadas Canal + y TF-1, continúan su reinado. Según el último informe del Consejo Superior Audiovisual (CSA), Antenne 2 registra una continua pérdida de audiencia, establecida hoy en un 24% del total, aunque FR-3 comenzó a ganarla ligeramente en 1988.

A pesar de su pérdida de audiencia, las cadenas públicas Antenne 2 y FR-3 tendrán en el año 1991 unos ingresos de 7.000 millones de francos (unos 120.000 millones de pesetas), de los cuales 2.000 serán de publicidad. El conglomerado audiovisual estatal, en el que además de estos dos canales se encuentran Radio France International y el Instituto Nacional del Audiovisual, contará con unos presupuestos de 11.500 millones de francos (213.900 millones de pesetas), según el plan que la ministra delegada para la Comunicación Audiovisual, Catherine Tasca, tiene previsto defender dentro de unas semanas ante sus colegas del Parlamento.

Estas cifras sólo sufrirán cambios sustanciales si la crisis del Golfo degenera y si la situación recomendase recortar ciertos gastos públicos. Por el momento, Tasca y sobre todo el ministro francés de Cultura, Jacques Lang -de quien depende esta delegación-, se muestran optimistas y afirman que el temido presupuesto de ajuste elaborado por el ministro de Economía, Pierre Bérégovoy, se ha portado bien con ellos.

Prioridades del Estado

Parte de este dinero se recauda mediante el impuesto que grava la posesión de televisores. El dueño de un aparato en blanco y negro paga al Estado 364 francos (6.552 pesetas) anuales, y si el televisor es en color, 566 (10.188 pesetas). El 31 de diciembre de 1989 había 1.392.184 aparatos en blanco y negro y 13.793.778 en color.En 1991, los canales A-2 y FR-3 recibirán 11.160 millones de pesetas suplementarias de subvención. En realidad aspiraban a un poco más de 18.000 millones. Sin embargo, en el ministerio de Lang consideran que hacer a estas cadenas competitivas frente a TF-1, muy bien situada en los niveles de audiencia, es más una cuestión de gestores que de dinero. Recuerdan además que el organismo público recibió en tres años más de 54.000 millones de pesetas suplementarios sin que repercutiese en una mejora de su marcha.

Con quien mejor se han portado las previsiones para 1991 ha sido con Radio France, la institución radiofónica del país, que figura entre las prioridades del Estado y que será totalmente represupuestada. Recibirá 3.060 millones de pesetas suplementarias, y su servicio internacional pasará a depender del Ministerio de Exteriores.

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