El Real Madrid se paseó por La Romareda
Zaragoza: Chilabert; Belsué, Víllanova, Aguado, Pablo, Esteban (Giaría, m. 46); Lizarralde (Peña, m. 82), Higuera, Juliá; Salillas y Pardeza.Real Madrid: Buyo; Chendo, Fernando Hierro, Sanchis, Spasic, Villarroya; Michel, Hagi, Maqueda (Tendillo, m. 50); Butraqueño (Aldana, m. 75) y Hugo Sánchez.
Goles: 0-1. M. 26. Centro de Maqueda y remate fácil de Hugo Sánchez rebasado Va Chilabert.
0-2. M. 67. Cesión de Michel a Tendillo y disparo de éste que desvía Juliá.
1-2. M. 74. Pardeza se sale M marcaje de tres defensas y dispara raso desde ,1 límite M área.
1-3. M. 85. Brillante jugada individual de Hagi, que dispara a puerta vacía una jez que ha superado a Chilabert.
Arbrito: López Nieto. Amonestó dos veces a Pablo -la segunda, que significó su, expulsión, en el minuto 34- y una a Maqueda, Villarroya, Villanova, Chendo y 3pasic.
Unos 30.000 espectadores en el estadio de La Romareda.
Al Real Madrid le costará recordar un partido con una victoria tan fácil y poco trabajada como la que obtuvo ayer en La Romareda. Ganó incluso jugando mal y pese a que en esta oportunidad no dejó su sello de equipo ambicioso, al contrario de lo que había hecho en sus anteriores visitas.Le bastó hacer bien lo mínimo, retrasar el juego en los escasos momentos de apuro y dejar que fueran transcurriendo los minutos. Los errores del Zaragoza le habían puesto todo a su favor en el minuto 34, en el que, ya con 0-1, el equipo local se había quedado con 10 jugadores por la expulsión de Pablo. Aunque el público protestó mucho la segunda tarjeta amarilla, el defensa hizo una falta clara a Butragueño al desentenderse de la jugada de éste y obstruirle.
La inferioridad numérica zaragocista restó brillantez al partido. Hasta ese momento había tenido algún punto de interés, aunque siempre con clara superioridad del Madrid. En los 20 primeros minutos, el equipo de Toshack había tirado a puerta cinco veces y el de Maneiro no se estrenó en esta función hasta el 31. No estuvo el cuadro aragonés tan agresivo en el centro del campo como se esperaba. El retraso a esta zona dejaba a Butragueño libre de marcaje de forma casi absoluta. También Hagi estaba mal cubierto. Aunque Michel apenas daba señales de actividad, bastaba con los dos citados para que el juego lo hicieran totalmente suyo. Debieron de ver la victoria con excesiva facilidad y bajaron el ritmo de forma clarísima. Diez minutos antes de terminar la primera parte parecía que el encuentro estuviera terminado y el favorito sólo jugaba en corto, casi siempre hacia atrás y olvidando la búsqueda de¡ gol. Había jugadores que parecían con pocas ganas de exponerse. Todo lo tenían muy fácil.
El Zaragoza se había colocado todo en contra muy pronto por su propia debilidad, que pudo apreciarse con claridad cuando jugaban 11 contra 11. Luego, con uno menos, alternó desánimos importantes con ráfagas de juego, casi siempre a base de coraje, pocas veces con calidad. El tanto que marcó en el minuto 74 pareció darle alguna esperanza y la ilusión del público se reforzó al salir Peña. Todo fue un espejismo. El Madrid, con el balón de Hagi en el 85, demostraba que sólo estaba descansando y que le sobraban fuerzas y repertorio. Con el tercer tanto probó seguir siendo el equipo capaz de sorprender con un zarpazo en cualquier ocasión.
Aun jugando a mitad de rendimiento el Madrid, la diferencia entre los dos conjuntos era muy fuerte. El Madrid podía ser un león dormido, pero el Zaragoza carecía de posibilidades al estar en un momento bajísimo de juego, perdido en esquemas y teoría y, sobre todo, con baja forma física, en sus dos jugadores clave, Higuera y Pardeza. Con todo, lo más importante para explicar su escaso poder actual parece ser la calidad de los ausentes con relación a la pasada temporada: Vizcaíno, Juanito, Villarroya, Señor y Sirakov. Sustituirlos es una tarea muy dura a la que deberá hacer frente con cuatro puntos negativos y desde el último lugar de la tabla de la clasificación.
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