Díez Hochtleiner achaca el conflicto a la falta de ética internacional

El presidente entrante del Club de Roma, Ricardo Díez Hochtleiner, atribuyó ayer la crisis del Golfo a una materialización de las tensiones y a una carencia de ética muy extendida en un mundo empeñado en desconocer la miseria que afecta a grandes capas de la humanidad. Hochtleiner llamó la atención sobre el hecho de que el Club de Roma hubiera nacido en vísperas de la gran crisis energética y ahora, en una nueva situación problemática para el mundo, se disponga a publicar un primer gran informe tratando sobre estas cuestiones.Los miembros del Club de Roma se reunieron, a principios de semana y a puerta cerrada, en ,Santillana del Mar, y celebraron ayer en el palacio de la Magdalena, en Santander, la primera jornada de un seminario-taller -que durará tres días-, a fin de analizar en público las conclusiones establecidas en Santillana en torno a temas de trascendencia internacional.

El presidente entrante aludió asimismo al advenimiento de la "primera revolución global", que traerá grandes y profundos cambios en todos los órdenes. "La convicción del Club de Roma", señaló, es que "estamos inmersos en el nacimiento de esa revolución global que hará olvidar por su trascendencia a la, revolución industrial". Como primeros signos de esa revolución aludió al surgimiento de la sociedad de la información, que es causa de la omnipresencia de los medios informativos, y, asimismo, a -la eclosión de la población en el mundo. Lo que acontece en el golfo Pérsico es el resultado de una mala gestión internacional, señaló Hochtleitner, quien agregó que sin embargo confiaba en que el hombre, en esta ocasión, fuera capaz de sacar el oportuno provecho de su propio fracaso.

"La crisis del golfo Pérsico es consecuencia de la avidez del mundo industrial por el petróleo. Pero también hay otras motivaciones, y una de ellas es la presión de las poblaciones de la región", afirmó Diez Hochtleiner.