El Valencia estuvo discreto, pero aguantó la presión del Heraklis

El Valencia consiguió ayer un discreto resultado al empatar sin goles ante el Heraklis de Salónica griego, en el partido de ida de la primera eliminatoria de la Copa de la UEFA, que le permite afrontar con tranquilidad el partido de vuelta que se jugará dentro de dos semanas en Mestalla. No obstante, el partido fue malo y el Valencia pasó apuros porque no supo quitarse de encima la presión de¡ rival, ni consiguió imponer su mayor técnica.El técnico valencianista, el uruguayo Víctor Espárrago, no tuvo reparos en sacar un equipo netamente ofensivo -al menos, sobre el papel-, dejando así de lado las prevenciones de horas antes debidas a los informes del cuadro técnico del club que alertaban acerca de los "pateadores" del Heraklis. El conjunto griego no basa su juego en la técnica, en contra de lo que se encargó de recalcar su entrenador, Telis Batakis, sino que es un equipo correoso y luchador, como su vocinglera y bronca afición. Menos mal que el campo municipal de Kafantzoglio tiene un anillo de atletismo a su alrededor, porque de lo contrario la presión de los seguidores locales podría haber sido enorme.

Con Toni, Cuxart y Eloy en la delantera, apoyados por Roberto y Fernando desde el centro del campo y sólo con Bossio algo más retrasado, la vocación ofensiva del Valencia había quedado clara. Pero eso facilitaba las cosas a los jugadores griegos, que llegaban en masa a las cercanías del área del Valencia, jugando bien por las alas, aunque con escaso acierto.

En el primero de esos ataques, Arias derribó claramente a Dinopulos dentro del área. Era el minuto 4 y el árbitro francés Michel Girard, quizá por la mala conciencia que le quedó tras escamotearle un gol al Valencia el pasado año en Oporto, en la segunda eliminatoria de la UEFA, se tragó el penalti.

Pero, a pesar de todo, el Valencia dominaba mejor el centro del campo y controlaba el partido, aunque no sin pasar algunos apuros, debidos a la presión insistente de los griegos.

Por otra parte, los ataques del Valencia se encontraban con una defensa muy segura que resolvía todas las situaciones conflictivas. En la segunda parte, con el viento a favor, el Heraklis puso en apuros a la defensa del Valencia, pero el equipo de Espárrago salió indemne del trance.