Un policía en Bilbao se salva por segunda vez de un atentado
Uno de los policías heridos levemente en el atentado registrado el domingo en Bilbao había sido víctima de un hecho similar en noviembre de 1988, del que también salió ileso gracias al blindaje del vehículo policial.
Los dos agentes fueron atacados el domingo con un artefacto accionado a distancia, cuando pasaban en un coche patrulla por el alto de Miraflores, en las afueras de Bilbao. El blindaje del vehículo que quedó destrozado evitó daños mayores a sus ocupantes. Según fuentes del Gobierno Civil, la bomba estaba compuesta por 10 kilogramos de amonal y otros 10 de tornillería, informa Efe. El tipo de artefacto es conocido como "hornillo" y consiste en una olla a presión rellena con amonal y tornillería a modo de metralla, sistema que no utilizaba ETA desde hace más de un año, destacó el Gobierno Civil.
Los testigos de la explosión del domingo escucharon a uno de los policías que era la segunda vez que sufría un atentado. "Me tocan todos a mí", dijo. Un portavoz del Sindicato Nacional de Policía (SNP) comentó ayer que ya no se permite, como se hacía años atrás, elegir destino fuera del País Vasco a los agentes que han sido víctimas de atentados.
En el primer atentado que sufrió el agente, el 26 de noviembre de 1988, los terroristas atrajeron la atención de la Policía tras explosionar un artefacto en un banco de Bilbao, como consecuencia de la cual una joven de 22 años resultó con heridas de pronóstico reservado. Posteriormente un coche-bomba cargado con 20 kilos de amonal y 50 de metralla explosionó al paso de una furgoneta policial, cuyos tres ocupantes resultaron heridos leves.
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