Rainey, rechazó una petición de Kocinski para ayudarle a derrotar a Cardús

Honda y Yamaha han empezado a preparar ya el Gran Premio de Australia, donde sus dos primeros pilotos, Carlos Cardús y John Kocinski (EE UU), se disputarán el Mundial de 250cc. Wayne Rainey (EE UU), campeón de¡ mundo de 500cc, ha declinado la petición realizada por su compañero de equipo, John Kocinski, para que corriera en 250cc y le ayudara a conseguir el Mundial.

El planteamiento de las dos grandes fábricas japonesas es doble. El primero, técnico; el segundo, humano. Existe la posibilidad de que tanto Honda como Yamaha utilicen pilotos japoneses, habituados a correr en Australia, para confiarles las motos del próximo año. Ni unos ni otros pueden asumir el riesgo de entregar esas innovaciones a Cardús o Kocinski, pues nadie quiere hacer pruebas cuando est- el título del mundo en juego.Kocinski, en este sentido, reconoció nada más concluir la carrera de Budapest, que dos nuevos ingenieros japoneses se habían trasladado a Hungría para trabajar intensamente en su moto, e incluso confesó que por fin habían encontrado "la aceleración que nos faltaba". Cardús parece mucho más sereno en este aspecto tal vez porque en los últimos grandes premios Honda, a través de ingenieros como Erv Kanemoto, máximo responsable del equipo oficial de Wayne Gardner y Michael Doohan, ha asesorado a George Vukmanovich, ingeniero del español.

Todos señalan a Phillip Island como un circuito favorable a Honda, que supera en potencia y velocidad punta a la Yamaha. "Me duele", ha confesado Kocinski, "que el título se decida en un circuito donde sólo cuentan los motores. Si fuera un trazado sinuoso, donde la labor del piloto es más importante, un circuito de verdad, estaría más esperanzado".

Los favores

Carelús asegura que no espera favor alguno de los pilotos oficiales de Honda. Las últimas carreras le han demostrado que profesionales como el francés Dominique Sarron (en Inglaterra) o el alemán occidental Helmut Bradl (en Hungría) no están dispuestos a ayudarle. Pese a todo, hay quien señala que la última carrera puede suponer un cambio en este sentido.

Cardús asegura: "Será un duelo entre él y yo". Pero lo cierto es que tanto Honda como Yamaha han tanteado ya a diversos pilotos para solicitar su apoyo en una carrera en la que las cuentas más sencillas señalan que si Kocinski gana, Cardús será campeón siendo segundo. Si la victoria la obtiene otro piloto que no sea Kocinski, éste deberá superar por tres o cuatro puestos al español. Una caída convertiría automáticamente en campeón. al superviviente.

Para ganar, Yamaha tiene que conseguir que venza Kocinski y relegar a Cardús al tercer puesto. Yamaha y Kocinski necesitan pilotos que hagan de tapón, que impidan a Cardús escalar hasta el segundo puesto. Por eso Kocinski le ha pedido ayuda a Ralney, que, contrariamente a otras estrellas de 500cc, empezó en 250cc. El campeón del mundo de la categoría reina ha rechazado el ofrecimiento diciendo que actualmente es un piloto de 500cc y no quiere volver al dos y medio ni siquiera por una carrera. Otro piloto de Yamaha de 500cc que está siendo tanteado es el francés Jean Phillipe Ruggia, cuyo futuro es bastante incierto. Tampoco debe descartarse la posibilidad de que Kenny Roberts se lleve a Australia a uno de los pilotos que tiene corriendo ahora en. Estados Unidos, como es el case) de Rick Oliver. Lo que es seguro es que Yamaha colocará en la parrilla de salida de Phillip Island a uno de sus pilotos de confianza, el japonés Tosihiko Ohmma.