Lágrimas en el pabellón de Estado

Apenas empezaron a bajar la escalerilla del avión que les había traído a España, se les saltaron a muchas las lágrimas antes de fundirse en un abrazo con los familiares que les esperaban en el pabellón de Estado del aeropuerto. Con el aterrizaje, en la madrugada de ayer en Barajas, se acabó para 20 mujeres españolas y sus 30 hijos la pesadilla que había empezado hace exactamente un mes con la invasión iraquí de Kuwait."No habrá ni una de nosotras que quiera volver allí", afirmó tajantemente Francisca Egea, resumiendo una opinión generalizada entre sus compañeras de viaje, ansiosas de que sus maridos puedan salir también pronto.

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