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La denuncia de un marido despechado pone al descubierto una red de trata de blancas

El apasionado amor de un hombre hacia una camarera de un club fue la clave para que la policía descubriera una organización de trata de blancas. La camarera se casó con su enamorado en la República Dominicana. Pero tras su regreso a España, ella escapó y se escondió en Pozuelo de Alarcón (Madrid). El esposo, que se sintió burlado, acudió a la policía, lo que ha puesto al descubierto una red de prostitución.

La historia comenzó hace algo más de un año, cuando un vecino de Cebolla (Toledo), de 43 años, acudió a tomar una copa al club El Bravo, situado en el kilómetro 90 de la carretera nacional 5, cerca de Talavera de la Reina. Alli sintió un flechazo y se enamoró perdidamente de Andrea, una dominicana de su misma edad.El cebollano habló posteriormente con el dueño del club, Ángel Vaquerizo Pavón, de 38,años, conocido como El Drácula, al que confesó su deseo de contraer matrimonio con Andrea. Pero, para su sorpresa, Vaquerizo le dijo que debía pagarle a él 350.000 pesetas a cambio de la carta de libertad de la citada mujer.

Dispuesto a salvar cuantos obstáculos se interpusieran en su camino, el enamorado pagó lo que le pedía El Drácula. Tras unos meses de noviazgo, Andrea y él viajaron a la República Dominicana, donde contrajeron matrimonio civil en el gabinete jurídico de la cancillería española de Santo Domingo, según han confirmado fuentes policiales.

Al poco tiempo de regresar la pareja a su pueblo de Toledo, la mujer exigió a su marido que le diera 300.000 pesetas para enviárselas a un hijo que ella tenía en su país de origen y que presuntamente estaba muy enfermo.

La negativa del marido a ceder a las pretensiones de su cónyuge hizo que ésta estallase en cólera y le soltase a bocajarro que únicamente se había casado con él para poder adquirir la nacionalidad española. A continuación abandonó el domicilio.

El marido pensó que Andrea habría buscado refugio en casa de una amiga dominicana, llamada Marisol, que vive en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón y se desplazó a esta población en su búsqueda. Al no hallarla, el esposo despechado fue a la comisaría e interpuso denuncia. Los agentes encargados de las pesquisas creen que la mujer puede estar ahora oculta en Madrid capital.

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Las investigaciones efectuadas a raíz de este caso han puesto al descubierto que El Drácula, natural de la localidad toledana de Malpica de Tajo, se había desplazado hace unos meses a la República Dominicana "para proceder a la contratación de mujeres de buen porte", según la Jefatura Superior de Policía de Madrid . Éstas eran introducidas en España a través de Portugal para emplearlas como camareras, con documentación. irregular, en el club El Bravo.

Viaje en taxi

Según las fuentes informantes, un taxista de Vigo era quien presuntamente facilitaba el traslado de las mujeres desde Portugal a España. El Drácula, que ha sido detenido, tenía pendientes dos órdenes de búsqueda y captura dictadas por el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra por inducción a la prostitución.

Agentes de las comisarías de Pozuelo y Talavera de la Reina han iniciado los trámites para la expulsión de ocho dominicanas que trabajaban en el club, debido a que se encuentran irregularmente en España y no han podido acreditar medios lícitos de vida. Antes de este escándalo, la Guardia Civil de Talavera ya había advertido a El Drácula que sus empleadas no estaban legalmente en nuestro país, por lo que él debía presentarse en el Gobierno Civil de Toledo.

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