Los inversores, preocupados por el peligro de la recesión

Las cotizaciones bursátiles en Wall Street iniciaron la sesión de ayer a la baja continuando la tendencia que, a excepción del lunes, se mantiene desde la semana pasada. Las presiones vendedoras no fueron, sin embargo, excesivamente elevadas gracias a la percepción por parte de los inversores de que los tipos de interés no tardarán en caer en respuesta al menor crecimiento económico de lo previsto. Precisamente el escaso crecimiento, que se podría traducir en un empeoramiento de los resultados empresariales es, paradójicamente, una de las principales preocupaciones de los inversores.

La publicación ayer del índice de la NAPM (asociación de directores de compras) del área de Chicago, que descendió cinco puntos para situarse en el 48,3%, acentuó el temor de los inversores respecto a la posibilidad de que la economía entre en un periodo de recesión. Otro de los datos publicados ayer, las ventas de viviendas unifamiliares, que aumentaron un 8%, no causaron impacto alguno sobre los mercados, a pesar de ser superiores a lo esperado. En ese contexto, el índice Dow Jones, que llegó a caer 26 puntos cerró en 2.905,45, con lo que limitó su descenso a 11,87 puntos.

Mientras, en los mercados de divisas, la cotización del dólar aceleró el ritmo de su descenso al haber atravesado frente al marco el nivel de soporte situado en la línea del 1,60. Al cierre de la sesión en Londres la divisa de Estados Unidos cotizaba en torno a los 1,59 marcos, señalando con ello que el próximo objetivo es la paridad de 1,5715, es decir el mínimo desde diciembre de 1987. En opinión de los operadores existe la posibilidad de un descenso adicional hasta el mínimo histórico de 1,56 marcos alcanzado en 1979.