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GENTE

Isabel Preysler

y su marido, Miguel Boyer, ex ministro de Economía, aterrizaron ayer en el aeropuerto de Málaga acompañados por su hija Ana. La familia Boyer trató, como casi todos los veranos, de jugar al escondite con la veintena de informadores gráficos que esperaban a la salida del avión, procedente de Madrid, y que la siguieron hasta la casa que los Boyer han alquilado en Marbella para pasar el mes de agosto, informa Margot Molina. El vuelo, que tenía prevista la entrada a las 12.25, llegó con 15 minutos de retraso, y en la misma pista de aterrizaje, tres coches esperaban para trasladar a la familia a la residencia de Marbella. La reina de las revistas del corazón llevaba en brazos a su hija más pequeña e Iba acompañada por otros dos de sus hijos. En el último de los coches que salieron del aeropuerto malagueño, y que, como los demás, tenía los cristales oscuros, viajaban cuatro guardaespaldas encargados de impedir cualquier aproximación de los fotógrafos. Villa Nahema, la casa que los Boyer han alquilado este año para disfrutar de sus vacaciones, se encuentra en la llamada Milla de Oro y les costará cuatro millones de pesetas por algo más de 30 días. El chalé, que consta de cinco dormitorios, jardín, piscina y campo de golf, ha sido expresamente acondicionado para impedir que los fotógrafos puedan tomar instantáneas de la familia.

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