El fuego fatuo del titiritero

Francisco Porras, el titiritero del Retiro, no se prendió fuego a lo bonzo, como había amenazado. A las doce de la mañana de ayer, hora que había marcado para su incineración, salía sonriente del Ayuntamiento. Había conseguido su propósito: el Teatro de Títeres del Retiro seguirá en sus manos tres años más, durante los cuales, y según el acuerdo al que ha llegado con el Ayuntamiento, se celebrarán 300 actuaciones anuales, de las que 150 estarán a su cargo. Además, recibirá 1,6 millones de pesetas, que, según su versión, le debían desde hace siete meses.

El Teatro de Títeres del Retiro, en el más absoluto abandono, aguardaba en silencio su rehabilitación para septiembre, con un presupuesto inicial de 25 millones de pesetas. El encargado hasta entonces del centro, el titiritero Francisco Porras, de edad incierta -60 años según él y 72 según otros- comenzó su pintoresca batalla hace 15 días, cuando se enteró de que después de la rehabilitación el Ayuntamiento sacaría a concurso la dirección del teatro sin garantizarle su permanencia."Mi puesto en el Teatro de Títeres no puede salir a concurso. Yo soy el único que se lo merece, he luchado durante 12 años para sacar esto adelante y ahora que el Ayuntamiento va a poner dinero para arreglarlo no es justo que caiga en otras manos, y si tengo que morir por ello, moriré" decía el domingo pasado Francisco Porras mientras, acompañado por su mujer Tina, paseaba por el Retiro.

Gasolina y cerillas

Como viene haciendo desde hace 15 días, Francisco Porras llegó a primera hora de la mañana de ayer a la plaza de la Villa. Esta vez, además de una silla, traía consigo dos pequeños bidones de gasolina, una manta y una caja de cerillas. Su solemne amenaza -"si antes de las doce de la mañana del miércoles día 25 no me dan lo que pido me quito la vida"- parecía obtener resultados cuando a las 10.40 se invitaba a Porras a que entrara en el Ayuntamiento, donde el concejal de Cultura, Joaquín Álvarez de Toledo, le esperaba con buenas noticias.

Porras tendrá un contrato de servicios por tres años más, en los que se celebrarán 300 representaciones anuales, de las que la mitad estarán a cargo de él y la otra mitad bajo la dirección de otras compañías. El teatro contará con una dotación anual de 10 millones de pesetas, más una cuota anual de mantenimiento de medio millón.

El actual Teatro de Títeres del Retiro funciona desde hace 13 años, de los cuales 12 ha estado a cargo de Porras, con la ayuda de su mujer, Tina Delgado, y de su híja Nuria. Este teatro es el único espacio fijo en Madrid destinado a este tipo de espectáculo y por ello La Unión Internacional de la Marioneta de Madrid (UNIMA) había expresado su indignación ante el abandono del lugar y ante la situación de Porras, que cuenta con el apoyo de dicha asociación de titiriteros.

Por su parte, el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Joaquín Álvarez de Toledo, a la pregunta de hasta qué punto ha sido una medida de presión la amenaza de Francisco Porras contestó que si no hubiera amenazado con quemarse vivo también habrían alcanzado el acuerdo, y que si no se llegó antes fue por causas ajenas al Ayuntamiento.