Schillaci deja medio feliz a Italia

Shilton abrió el camino de Italia en el partido de desconsolados con tina jugadita de jubilado. El viejo y admirable portero inglés se descuidó con el balón en su área y apareció Baggio, le robó la pelota, la cartera, y todo lo que hizo falta. Aunque en el desarrollo posterior de la jugada Baggio recogió en fuera de juego el balón que le envió Schillaci. Este Mundial ha dejado en muy mal lugar a los árbitros, y Quiniou ha sido uno de los más lamentables. El colegiado francés aún tuvo tiempo de decretar el penalti que dio la victoria a Italia, tras una caída más teatral que otra cosa de Schillaci. Terrible Quiniou, que anuló un gol legal y precioso a Berti en el último minuto.El partido fue atropellado, pero no cayó en la abulia, como podía presumirse de dos equipos deprimidos. Italia salió a defender el prestigio que ha ganado, y tuvo además el prurito de mantener su condición de invicto, un argumento a utilizar a la hora de los análisis y balances tras el Mundial. Con estos antecedentes, Vicini optó por sumarse a las filas de la moda.

El técnico italiano colocó cinco defensas en la posición de cuña invertida, una estrategia que ha causado bastante daño a la progresión del juego en el Mundial. Vicini puso un nuevo defensa, el expeditivo Vierchowod, y dio entrada a Ferrara por Ferri. Donadoni y Vialli cargaron con el castigo.

Inglaterra perdió a Gascoigne, sancionado. La ausencia del centrocampista restó atractivo a la alineación. La inclusión de Steven fue, sin embargo, de agradecer. Steven, un jugador con clase, ha hecho suficientes méritos durante el Mundial como para ingresar en el equipo, a pesar del papel subalterno que tuvo durante la competición.

Entre las novedades y el carácter banal del encuentro, el juego fue vivaz, pero caótico. Italia firmó las mejores jugadas del encuentro. Sus méritos fueron superiores, aunque cayó en un viejo pecado de este equipo. Italia se manejó con soltura hasta la frontera del área. La trama del juego resultó buena y las soluciones en cada jugada fueron correctas. Sin embargo, en el área perdió gas y volvió a depender en exceso de Schillaci.

Sin Cascoigne y Waddle, el centro del campo inglés careció de imaginación y permitió el buen juego de Giannini, que esta vez se sintió más liberado que en partidos anteriores. Giannini participó en unas cuantas jugadas de fundamento y lanzó a su equipo, que tuvo un puñado de ocasiones, incluido un desvío de Shilton al palo.

El tanto de Baggio hizo justicia un poco tarde.La inclusión de Weeb y Waddle equilibró el encuentro. De cualquier forma, el partido mereció un corolario ejemplar a todo el campeonato. Tuvo que entrar Schillaci en acción. Una caída del siciliano fue mal interpretada por el nefasto

Quiniou. Schillaci marcó y dejó medio feliz a su país.