Se mantienen las expectativas
La sesión de cierre se celebró bajo una fuerte presión ambiental impuesta por Wall Street, sobre todo porque los analistas norteamericanos habían advertido sobre la posibilidad de que esta jornada fuera "salvaje" en aquel mercado. Al final todo se quedó en las amenazas, pero la bolsa española había descontado con creces las noticias alarmantes y el índice madrileño se queda a medio camino entre el nivel de apertura anual y el 300%.Como elementos adicionales para apoyar una salida del mercado están la desconfianza en el descenso a medio plazo en los tipos de interés y la existencia de problemas de liquidación en algunas sociedades que operan en Barcelona.
El ambiente no era el más adecuado para intentar nada positivo, y aún así la presión del papel no fue preocupante en ningún momento y la contratación resultó fluida, aunque menor que la de las sesiones anteriores. Incluso a la tarde, y a la vista de los resultados que obtenía el mercado norteamericano, algunas cotizaciones variaron de rumbo y acusaron una pequeña mejora. Estos vaivenes permiten mantener para la semana próxima las mismas expectativas, es decir, posibilidades de seguir avanzando en medio de un proceso selectivo bastante acusado. El problema es encontrar un sector con fuerza.