Manuel Leguineche: "Hemos recogido los hechos más importantes desde la II Guerra Mundial"

Manuel Leguineche tiene, a sus 48 años, un auténtico juguete del que nunca parece cansarse. El hecho de que su profesión de reportero especializado en temas internacionales le siga produciendo auténtica pasión, convierte su trabajo en una actividad lúdica; pero el que a ese juego le incorpore rigor y seriedad le convierte en uno de los reporteros de más prestigio en nuestro país. Hoy se despide de su última aventura, la dirección del programa En portada, que se ha venido emitiendo en TVE-1 los domingos y en el cual, los últimos 13 meses, se han recogido los acontecimientos más significativos de la actualidad internacional. Leguineche afirma que ha sido un año especial, porque 1989 ha producido los hechos más importantes desde que finalizó la II Guerra Mundial.

Manuel Leguineche, aunque se identifica más con el reporterismo escrito, por aquello de que es una persona especialmente independiente, no era ajeno al medio televisivo, en el que había trabajado en numerosas ocasiones, cuando le ofrecieron la dirección del programa En portada el pasado año. Hoy se despide como director del programa con un reportaje realizado por su equipo sobre Mongolia, país de muy difícil acceso.El haber estado al frente de En portada durante 1989 y todo el periodo consumido de 1990 ha sido especialmente gratificante para Leguineche, ya que considera que ha sido una etapa muy intensa para el mundo: "Ha sido un año brutal, el más importante desde la II Guerra Mundial, y el estar ahí ha permitido recoger todo lo que ha pasado". Habla con una especie de reposado entusiasmo sobre su condición de reportero: "Mi proceso profesional ha sido muy gozoso y divertido; hace que uno se olvide que trabaja, siempre me han ofrecido las cosas que me gustaban, como fue el caso de este programa, y me ha permitido conocer a gente estupenda".

La frustración profesional, tan común al hombre occidental contemporáneo, no asoma en las reflexiones de Leguineche: "Se es rotundamente feliz cuando se tiene este trabajo, aunque existe una pequeña falacia, y es que somos muy pocos los que tenemos la suerte de llegar y hay gente joven muy buena que les cuesta acceder a este trabajo". Esa pasión por la intensidad del viaje, Leguineche la contrasta y la equilibra con una vida llena de reposo cuando no ejerce de reportero.

Juega al mus, pasea por el campo con su perra Tula, o recorre las tabernas de su barrio: "Cada vez huyo más de la vida mundana, me gusta no cometer el error, muy de nuestra profesión, de no vivir más cerca lo que es el país real", comenta.

A pesar del éxito y del prestigio del programa, corroborado por los premios que ha recibido durante su etapa y los altos índices de fiabilidad que ha obtenido En portada, Leguineche se recrea en la autocrítica: "Ha habido problemas de ajuste y de planificación". Habla de dificultades surgidas por un parón de dos meses, por problemas de producción, que imposibilitó que el equipo de En portada pudiera viajar. También han estado marcados por la falta constante de tiempo y de gente en el equipo. Tras hablar de todo esto, Leguineche destaca una conclusión y afirma: "En cualquier caso, no me quejo".

Sacrificar la precisión

Como es lógico, Leguineche enfoca de manera distinta un reportaje según éste sea para un medio escrito, para radio o televisión. El que su programa En portada tenga un soporte técnico audiovisual hace que en más de una ocasión haya sacrificado la precisión y el buen acabado de un programa en beneficio de que saliera el reportaje el mismo día en que se había producido la noticia.Hace años, la mitificación del gran reportero internacional hacía de éstos unos semihéroes. Leguineche piensa que entonces se daban múltiples factores que hoy han desaparecido y cree que ello es positivo: "El protagonismo siempre lo debe tener la noticia y no el reportero, y se cae en el error, cosa que no ocurre en otros países, de valorar el protagonismo del informador y su peripecia por en cima de lo que importa, que es un buen trabajo periodístico".

Leguineche deja -tal y como tenía previsto, ya que su contrato finaliza este mes de julio- la dirección del programa En portada, aunque la relación con TVE es muy posible que continúe ya que hay otras ofertas, no sólo de TVE. Este parón era imprescindible para él ya que tiene dos libros que sacar al mercado en fechas próximas.

El que en el espacio En portada el protagonismo de Manuel Leguineche haya estado ausente lo achaca a que él no aceptó el cargo para salir en televisión: "Mi papel ha sido el de hilo conductor y el de dar ideas para trabajar; se me forzó para que presentara los programas y me he limitado a introducir cada uno de ellos". Leguineche, a pesar de ello y de que ha sido el año que menos ha viajado desde que se iniciara en esta profesión hace 30 años, ha llegado a elaborar 10 de los programas. "Esta decena de programas los he realizado en equipo y han sido los periodos más interesantes para mí", dice. Auténtico vicioso de la lectura y de los grandes reportajes de televisión, Leguineche afirma que pocas televisiones europeas pueden contar con programas de la talla de Informe semanal, Documentos TV, Equipo de investigación y En portada.