Graves problemas de Tabárez con los directivos uruguayos

J. M. S. Óscar Washington Tabárez, el técnico de la selección de Uruguay, que el próximo miércoles debutará ante la de España, tiene graves problemas con los directivos de su federación y, al menos, ha expulsado a uno, Eugenio Figueredo, de la concentración. A pesar de ellos, Tabárez asegura que su relación con los jugadores es excelente y que tiene la intención de dejar el cargo una vez concluido el Mundial. "Tendré que irme y lo siento, ya que quiero a mi país", explicó; "si pierdo, me echarán los dirigentes; si gano, estaré en el banquillo de un prestigioso equipo europeo".

Tabárez está convencido de que Uruguay puede hacer un gran campeonato, pero desconfía de los dirigentes de la FIFA: "Está más que comprobado, y sólo basta echar un vistazo al historial, que en todas las ediciones de la Copa del Mundo organizadas en Europa las selecciones de este continente han sido favorecidas. Sólo Brasil logró romper esa hegemonía una vez".

El técnico uruguayo prosigue la preparación y ayer programó un encuentro amistoso en Mantua. Tabárez todavía no ha despejado la duda del centrocampista Ostolaza y asegura: "Si no se recupera, deberé modificar bastante nuestro sistema de juego".

El reloj de Corea del Sur

También tienen problemas los componentes del equipo de Corea del Sur, incluido en el grupo de España, Uruguay y Bélgica. Por lo visto, los surcoreanos no pueden adaptarse a la diferencia horaria y por eso han programado entrenamientos a las siete de la mañana. Ayer realizó su único partido de entrenamiento, en Caprino, antes de enfrentarse a Bélgica, que ayer llegó a Italia con la polémica de la inclusión del delantero Van der Linden.

Los surcoreanos son la atracción de Garda y también del hotel donde se hospedan. Sus comidas son al gusto italiano al mediodía y completamente asiáticas por la noche. La langosta está presente en casi todos sus platos.