Chicago Bulls fuerza a Detroit Pistons el desempate

Los Chicago Bulls vencieron a los Pistons el viernes por 109 a 91, demostrando de una vez por todas que pueden con los campeones Pistons en casa. Ahora tienen que hacer lo mismo en Detroit, en el partido decisivo de la sefiminal que se disputa hoy (19.00 hora peninsular). Los vencedores se enfrentarán a los Portland Trail Blazers en la final de Liga. Los Bulls no ganan en Detroit desde hace dos años pero un dato histórico los favorece: los Pistons han fracasado en tres partidos decisivos que han celebrado en los últimos años.

"Tendrán una buena oportunidad", afirmó John Salley, alero de Detroit. "Sera el Super Bowl del baloncesto".Play-offs como éstos no se ven desde hace 26 años. La ventaja de jugar en casa ha sido totalmente decisiva. De los 65 partidos que se han celebrado hasta la fecha únicamente 14 han resultado ser victorias en cancha ajena. Los Pistons, los Bulls y los Trail Blazers han salido invictos en casa. Pero un séptimo partido es siempre un espectáculo especial. Ambos equipos saben que no les quedan más oportunidades o prórrogas. Chicago nunca se ha clasificado para una final y este hecho puede ser suficiente para que les empuje a superar a los Pistons en su guarida.

"Nos sentimos bastantes optimistas de poder conseguirlo", declaró el entrenador de Chicago, Phil Jackson. "Son un tremendo equipo en su cancha, pero los séptimos partidos siempre son encuentros disputados. Una vez que se consigue jugar el séptimo partido cualquier cosa puede ocurrir".

Michael Jordan, con 29 puntos, 18 en el tercer tiempo, fue de nuevo el autor de la victoria. Detroit lo puede controlar pero no durante los 48 minutos. Es una bomba de relojería y cuando estalla acapara el partido En las dos victorias previas de Chicago consiguió 18 y 19 puntos, respectivamente, en el cuarto tiempo. "Al inicio del partido no me pude habituar, pero una vez que comenzamos el tercer tiempo estaba a tope" afirmó Jordan. "Dije: 'Ahora me toca a mí".

Pero no sólo jugó él. Como ha ocurrido en las victorias de Chicago, apareció un protagonista secundario que obligó a Detroit a cambiar sus esquemas defensivos, las reglas de Jordan. El del viernes fue inesperado, un jugador que había fallado durante toda la serie. El escolta Carl Hodges, campeón de triples de la NBA, sorprendió a los Pistons al encestar siete de nueve lanzamientos, cuatro de ellos de tres puntos, y sumar 19 tantos . Él y Jordan juntos transformaron un parcial de 53-50 a uno de 80-56 en los últimos ocho minutos del tercer tiempo.

"Encontré mi ritmo", declaró Hodges. "Era consciente de que me estaban criticando. Yo he sido un tirador toda mi vida. Sabía que iba a recuperar mi puntería. Hoy sentí que la canasta era del tamaño del lago Michigan".

Un problema fundamental que Detroit tiene que solucionar antes de hoy es su pobre ofensiva. Desde que Chicago descubrió que la presión de cancha completa desequilibraba a los Pistons no ha dejado de utilizar esa táctica. Detroit encestó únicamente un 38% de sus lanzamientos y fallaron los 13 triples que intentaron. El base Joe Dumars, como lo ha sido durante toda la serie, fue el mejor anotador de Chicago con 23 puntos. Su compañero Islah Thomas realizó otro partido de poca efectividad, fallando 12 de 17 lanzamientos.