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La Intervención del Estado estudiará los casos de las federaciones de baloncesto y balonmano

Luis Gómez

La Intervención General del Estado estudiará las contabilidades de las federaciones de baloncesto y balonmano, cuyas subvenciones públicas han sido retenidas recientemente por diversos motivos. Una ampliación de auditoría a la de baloncesto acaba de desvelar que donde la federación señalaba unos beneficios de 15 millones de pesetas en el pasado ejercicio, existían unas pérdidas de algo más de 16 millones. Por otro lado, hace unos meses dimitieron el gerente y el presidente de la de balonmano por los problemas financieros ocasionados en dicho organismo.

Los problemas contables y financieros de dos de las más importantes federaciones deportivas, las de baloncesto y balonmano, han llegado al punto de provocar por vez primera y bajo la administración socialista la actuación de la Intervención General del Estado. Sus últimos trabajos en materia deportiva datan de la fiscalización de las cuentas del Mundial de fútbol de 1982.Los problemas del balonmano provienen de la última auditoría, que detectaba cuentas insuficientemente justificadas que alcanzaban un montante de 100 millones de pesetas, hecho que provocó la dimisión del gerente, Antonio García Zamorano, primero, y la del presidente, Roberto Tendero, a continuación. El balonmano tiene una deuda acumulada próxima a los 230 millones de pesetas.

Caso diferente ha sido el de la federación de baloncesto, que presenta unas deudas que han llegado a superar los 250 millones de pesetas y un largo conflicto presupuestarlo con el Consejo Superior de Deportes (CSD). La federación, tras sufrir diversas suspensiones en sus subvenciones, presentó un plan de viabilidad según el cual en el año 1989 generaría unos beneficios de 50 millones de pesetas, a partir de los cuales comenzaría a paliar los efectos de dicho déficit. Al cabo del tiempo, el CSD encontró nuevos inconvenientes en la contabilidad de la federación y procedió a retener la subvención. Hace dos meses, la federación presentó unas cuentas según las cuales el beneficio del año 1989 no alcanzó los 60 millones previstos y se quedó en 15. A pesar de ello, el CSD ordenó una nueva auditoría, que ha detectado que tal beneficio no existió, sino que hubo pérdidas. "La cuenta de resultados", reza el texto de los auditores, "no presenta adecuadamente el resultado de las operaciones de la federación de baloncesto correspondientes al ejercicio anual terminado el 31 de diciembre como consecuencia de no haber contabilizado pasivos por un importe de 31.997.000 pesetas". La auditoría señala que dichas pérdidas pueden ascender a 16.113.000 pesetas. "La federación se encuentra en una dificil situación financiera a causa de los déficits", señalan los auditores.

"Como consecuencia", dice el texto en otro párrafo, "su continuidad [de la federación] como entidad en marcha se halla condicionada a la obtención en el futuro, en la medida suficiente, de superávits operativos y de financiación (normalmente bancaria) que le permitan recobrar un equilibrio financiero mínimamente saneado.

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