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Controles de alcoholemia con multas de hasta 50.000 pesetas

La Policía Municipal de Madrid instalará a partir de hoy controles de alcoholemia en puntos clave de la capital, cuyas pruebas tendrán un carácter obligatorio para los conductores que sean requeridos por los agentes. Las multas por conducir en estado ebrio oscilan entre las 25.000 -si el conductor. se niega a realizar el control o el policía observa que está bajo los efectos de estupefacientes o similares- y 50.000 pesetas -si se presentan síntomas de intoxicación-, según la Ley de Seguridad Vial, aprobada recientemente.Los controles estarán debidamente señalizados y contarán con un cartel informativo con la inscripción "Policía Municipal. Control preventivo de alcoholemia".

Los puestos serán instalados todos los días a partir de las 18.30 y serán reforzados los viernes y los sábados, días en los que se registra un mayor número de casos de alcoholemia positiva, según las estadísticas de los últimos anos.

Ocio y esparcimiento

Las zonas seleccionadas son las siguientes: los tramos de todas las carreteras nacionales comprendidos dentro del término municipal, vías rápidas, como la M-30 y el paseo de la Castellana, así como los aledaños de zonas de ocio y esparcimiento, como Gran Vía, Alcalá, General Perón, Orense, Atocha, paseo de las Delicias, Fernando el Católico, Cuzco y Santa María de la Cabeza. No obstante, también controlarán otras zonas.Los agentes llevarán consigo además un cuestionario que deberá rellenar el propio policía y en el que se consignan sus apreciaciones sobre el estado físico del conductor. Este cuestionario será remitido al juez si es necesaria su intervención y tendrá una notable significación por cuanto en la prueba de alcoholemia influyen elementos como la edad, el sexo, peso y costumbres.

El concejal de Seguridad y Policía Municipal, Fernando Bocanegra, justificó ayer la puesta en marcha de esta campaña, que se prolongará hasta el 30 de septiembre, en el aumento de accidentes de tráfico producidos por el excesivo consumo de alcohol, circunstancia que se agrava durante los meses de verano.

La negativa a someterse a la prueba de alcoholemia originará la detención del conductor, su traslado a comisaría y una sanción mínima de 50.000 pesetas, según establece la Ley de Seguridad Vial.

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En la campaña del año pasado, los policías municipales practicaron 3.721 pruebas, de las que 2.247 dieron resultado negativo, 820 positivo y 654 conductores se negaron a pasar el control. Ese mismo año hubo 11.629 accidentes en Madrid.

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