El PCE pregunta a sus bases si debe seguir siendo "marxista revolucionario"
La dirección del PCE va a enviar próximamente a sus militantes una encuesta donde les pregunta sobre la redefinición ideológica del partido (hasta ahora se considera "marxista revolucionario"). Las preguntas se refieren también, entre otras cuestiones, al mantenimiento o no del centralismo democrático, la posible admisión de corrientes de opinión internas y las relaciones que debe establecer con el PSOE y con la Internacional Socialista (IS). Con esta iniciativa, la formación que dirige Julio Anguita quiere obtener "una foto del estado de opinión" de sus bases y fijar los contenidos de las ponencias que se debatirán en su 13º congreso, previsto para la primavera próxima.
Fuentes del PCE han negado que con esta consulta, que no tiene parangón entre los partidos españoles, se trate de descargar en la militancia la orientación futura de la formación comunista, a la vista de la crisis generalizada de los regímenes políticos del este europeo. Por el contrario, precisaron que la encuesta no supone un ejercicio de democracia directa con resultados vinculantes para la dirección, sino que busca la mayor participación de las bases a la hora de establecer las cuestiones sobre las que tendrá que pronunciarse el 132 congreso del partido. Su celebración se ha fijado para después de las elecciones locales y autonómicas del proximo año.El contenido de la encuesta, aprobado ayer por la comisión política, requiere la opinión de sus más de 60.000 militantes sobre tres grandes apartados: las características ideológicas, políticas y organizativas del futuro del PCE; el desarrollo de Izquierda Unida y el papel que en este movimiento debe desempeñar su principal componente, y la política que tiene que desarrollar con respecto al Gobierno socialista y, en un marco más amplio, a la Internacional Socialista.
Unidad ideológica
En este sentido se pregunta a los militantes si el PCE ha de conservar su actual definición como partido "marxista-revolucionarío", o bien habría que optar por la etiqueta de simplemente "marxista" o de "partido laico", que no exige a sus afiliados comulgar con su doctrina, sino compartir un programa de actuación. Otra de las cuestiones plantea si debe mantenerse como hasta ahora la "unidad ideológica" o si, por el contrario, es conveniente que se admita y regule el funcionamiento de "corrientes ideológicas plurales", algo insólito en una formación comunista.La concepción del PCE como partido de masas o de cuadros, de gobierno o de oposición son otras cuestiones sometidas a encuesta, así como el mantenimiento del centralismo democrático como forma de organización o su sustitución por una estructura federal. Y en este aspecto, si debe existir "unidad de acción" de la dirección del partido y sus federaciones o si es conveniente que éstas tengan cierta autonomía en su ámbito territorial.
En relación con la política española, se pide a los militantes que sitúen en términos de izquierda-derecha la posición que ocupa hoy el PSOE y que se pronuncien sobre cómo deberían abordarse unas futuras relaciones con los socialistas, actualmente rotas: mediante "alianzas de gobierno o pactos de legislatura", con "acuerdos concretos", o si, por el contrario, consideran que por el momento resulta imposible "cualquier tipo de acuerdo". Con el propósito de conocer qué repercusión ha tenido en las bases comunistas la política de confrontación directa con el, PSOE desarrollada por Anguita, se interroga a los afiliados sobre la importancia que dan a que exista o no entendimiento entre Izquierda Unida y el Gobierno y los principales obstáculos para que se establezca: entre ellos se cita la política social y económica, "la manera de gobernar del PSOE" y "el caso Juan Guerra y la ética política".
También se les sondea acerca de la repercusión que en la imagen del PCE han tenido acontecimientos como el congreso de los comunistas italianos, la crisis de los países del Este, la negociación entre el Gobierno y los sindicatos o la huelga del 14D.
