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La noticia, con un toque de diferencia

El telespectador norteamericano muestra un interés creciente por los espacios informativos

Concursos, talk shows y seriales retroceden en el favor del telespectador norteamericano, que muestra un interés creciente por la información, según un estudio de la organización Roper de Nueva York. Otro sondeo de la cadena norteamericana CBS es aún mas optimista y concluye que el promedio de audiencia de los programas de información sólo está por debajo del de las telecomedias. Pero ganarse telespectadores está poniéndose cada vez más difícil con la creciente competencia. La tentación de recurrir a prácticas de discutible deontología, que afecta a su credibilidad, es en la actualidad un tema de polémica entre los periodistas televisivos.

"La única manera de arañar audiencia es conseguir que el programa despliegue una perceptible diferencia a los ojos del telespectador", afirma Bruce Northcott, presidente de un grupo de consultoría de televisión. Para el productor ejecutivo de World News, Paul Friedman, la primera premisa a asumir es que el telespectador llega a los informativos con un conocimiento previo de las grandes noticias del día, bien a través de la prensa diaria, de las radios especializadas en noticias o de las cadenas internacionales de televisión como la CNN, que emiten información las 24 horas del día. Profundizar y hacer estimaciones sobre uno o dos de los temas del día es la solución para buscar esa diferencia.La personalización del informativo, en una figura que transmita confianza y credibilidad -Walter Cronkite fue uno de estos gurus televisivos-, sigue siendo una de las condiciones indispensables para colocarse en las listas de audiencia. "La elección de los telespectadores depende de que prefieran a Peter, Tom y Dan", arirma Northcott. Y Peter Jennings (ABC), Tom Brokaw (NBC) y Dan Rather (CBS), tan conocidos como Bill Cosby, son efectivamente los actores de la información televisada: la noticia es cómo dan ellos la noticia.

Coste barato

Ese star sistem que ya empieza a reproducirse entre nosotros -el telediario de Hermida, el de Rosa María Mateo- y que en Francia, en la era de las televisiones privadas, ha dado lugar a controversias como la que tuvo de protagonista a Christine Ockrent, fichada por el canal privado TF-1 por una cifra sin precedentes.Los programas de información tienen a su favor un coste de producción inferior al entretenimiento y su potencial longevidad, aunque la tarea de conservar a los telespectadores, y arañar alguno más, ha hecho que se entre en el juego de competición con medios polémicos que en algún caso bordean el más puro amarillismo y la manipulación del telespectador.

Hay datos que estimulan esta carrera por la audiencia. En 1988-89, el promedio de ratings de las telecomedias fue de 16,4 puntos, y de los programas informativos fue de 13,8, y sólo entre 13,4 y 12 los diversos programas dramáticos. Hay programas que, como el magazine informativo 60 minutes, han llegado a colocarse entre los tres programas más populares. El citado estudio Roper, basado en entrevistas realizadas en diferentes puntos de Estados Unidos, incluyó en su cuestionario la pregunta sobre qué tipo de programas deseaban los encuestados que tuvieran mayor presencia. Sólo los programas culturales y educativos (79%) y las películas (76%) figuraron por delante de la Información nacional (63%) y local (62%) seguidos de los reality show, del tipo Misterios sin resolver (61%), y los docudramas (56%.).

El factor de la edad

El prometedor potencial de la información como programa de prime time está relacionado, según David Poltrack, vicepresidente de la cadena CBS, con la entrada en los cuarenta de la generación de los baby boomers. "Los hijos de los baby boomers son ahora adolescentes", dice Poltrack, "cuando esto sucede cambia la pauta de conducta ante el televisor y los padres se vuelven a adueñar del aparato".

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