La cronoescalada añade más emoción
Las etapas reinas siguen ofreciendo escasas conclusiones con vistas al desenlace de la Vuelta tal vez más igualada de la historia. La cronoescalada a Valdezcaray aportó sólo algunos datos sólidos: la despedida de Gastón, Cadena y Rominger de los primeros puestos, y el aumento de las expectativas para Gorospe y, sobre todo, para Cabestany y el italiano Giovannetti, que logró mantener su liderato. La etapa fue ganada por el francés Jean François Bernard, que marcó la contundente diferencia que se esperaba de su condición de mejor especialista en este tipo de terreno, aunque a ello ayudasen las condiciones meteorológicas.
La Vuelta, a tan sólo siete días de su final, mantiene una extraordinaria confusión táctica y una incertidumbre considerable sobre la suerte que pueden correr sus favoritos. El balance de la cronoescalada de ayer modifica muy ligeramente las posiciones de los favoritos. Es más, las complica por la irrupción en ese grupo de elegidos de Cabestany y Gorospe. Las conclusiones a todo lo sucedido no serán muy clarificadoras, a pesar de que el ONCE ha tomado una ligera ventaja respecto a Banesto después del intercambio de papeles entre Cabestany e Induráin.Pero los dos equipos más potentes y con más figuras que optan al triunfo final deben jugar una partida a muchas bandas puesto que en su camino se cruzan dos buenos escaladores como Parra e Ivanov y también Giovannetti, que a pesar de que ayer cedió tiempo en los últimos kilómetros se comportó con el clásico estilo del ciclista agigantado por su condición de líder. Las diferencias establecidas hasta el momento no son lo suficientemente sólidas como para evitar una multitud de previsiones y pronósticos, especialmente pensando en las tres etapas que darán mayor oportunidad para trastocar la clasificación: la llegada al alto de Cerler, el próximo viernes, la contrarreloj del domingo en Zaragoza y la etapa de los cinco puertos en la sierra madrileña, el lunes.
No obstante, se puede constatar por las diferencias de la cronoescalada de ayer que Delgado no ha conseguido imponer la autoridad que evidenció en la pasada edición de la carrera. Parra y Pino conservan las mismas limitaciones en las contrarreloj que les han impedido brillar más en los últimos años. Algo similar le sucede a Fuerte, aunque ayer mejoró ligeramente su rendimiento y estuvo muy cerca de los registros de Delgado y Parra. Por su parte, Induráin cedió más tiempo del que podía permitirle soñar con su primer triunfo en una gran Vuelta por etapas. Su esperanza es la de imponer su superioridad en la contrarreloj de Zaragoza, pero para ello debería barrer a demasiados rivales.
La etapa de ayer premió la humilde y sorda labor de tres corredores, Bernard, Giovannetti y Cabestany. Y de ellos fue el francés Bernard, que tras un año en el que ha arrastrado multitud de problemas físicos, acertó a cumplir su objetivo en esta Vuelta: entregarse al sufrimiento asegurado que para él supone subir un puerto y aprovechar al máximo sus extraordinarias condiciones en las etapas contrarreloj. Su triunfo fue indiscutible aunque estuvo favorecido por las condiciones meteorológicas. Cuando él tomó la salida apenas había viento y no llovía. Cuando salieron los favoritos empezó a llover y en los dos últimos kilómetros del recorrido sopló un fuerte viento.
José Miguel Echávarri, director deportivo del Banesto, encajó contrariado el mal resultado obtenido en la cronoescalada por Delgado e Induráin. "No se puede hablar de catástrofe porque seguimos estando ahí, pero ninguno de los dos ha rendido como yo esperaba", comentó Echávarri. "Ahora la carrera va a ser más movida porque hay mucha gente interesa da en ganar tiempo", anunció Manuel Saiz, indicó que "la etapa ha sido positiva para nosotros, aunque Giovannetti ha demostra do que es un líder sólido".
Ruiz Cabestany, que ayer recuperó el sitio entre los grandes, se lamentó de que su actual situación no se hubiera previsto en la primera etapa en la que nadie, incluido su propio equipo, creyó que su liderato tuviese una mínima perspectiva de futuro. "He tenido que demostrar que estoy aquí", afirmó, "ahora voy a tratar de conseguir mi objetivo, que es ganar la Vuelta. Para ello me he preparado mejor que nunca y creo que tengo posibilidades de conseguirlo". El ciclista vasco del ONCE indicó que en la cronoescalada "he perdido algo el ritmo en un pequeño repecho, pero en líneas generales estoy satisfecho de mi rendimiento". Su compañero de equipo Anselmo Fuerte reconoció que, pensando en Cerler, las diferencias que se registran en la clasificación general son buenas para él, "pero son algo peores si se tiene en cuenta que todavía debemos disputar la contrarreloj de Zaragoza", matizó el corredor del ONCE. Álvaro Pino manifestó que su compañero de equipo Giovannetti "se ha defendido mejor de lo que me esperaba. Ahora nuestros rivales van a tener que vigilarnos muy de cerca".
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