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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Marnie, la ladrona

22.30 / TVE-1Marnie, 1964 (125 minutos). Director: Alfred Hitchcock. Intérpretes: Tippi Hedren, Sean Connery, Diane Baker, Martin Gabel.El hechizo de Tippi Hedren en Los pájaros cundió en el pajarraco de su director. Sus deseos no eran órdenes, pero sus órdenes eran deseos. Así, quedó plasmada la médula obsesional de uno de los más prominentes erotómanos de todos los tiempos. Como además de erotómano entre erotómanos era maestro entre maestros, la cosa tomó brumas turgentes y arrebatadoras formas. Marnie, la ladrona es uno de los filmes más turbadoramente eróticos de los que hay noticia. Su Hitchcock no podía hacer el amor con la Hedren, sí podía hacerlo su cámara, con sus aterciopelados movimientos, sus caricias esmeralda (ésta es una obra, como Vértigo, de intencionadísimos y sensuales colores), y como muestra, un botón; el primerísimo plano del beso de los protagonistas, susceptible de romper termómetros.

En el fondo de la botella, una novela de tres al cuarto de Winston Graham sublimada por una mente que toca a Freud como Roger Rabbit tocaría a Beethoven. La cleptomanía como válvula de escape de un carácter reprimido, la infancia como trauma insoluble, el cambio de personalidad -Vértigo, otra vez: es su obra más cercana en sen-

tido y concepción- y de todos nosotros, atrapados en la espiral, al filo del vacío. Ya que toda comida debe ser regada con un buen vino, el filme acompaña sus imágenes con las notas verdaderamente magistrales de Bernard Herrmann. En conjunto, el no va más.

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