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El 40% de los retornos a España del Hispasat se desvía a Canadá

Miguel Ángel Noceda

Hispasat, entidad creada para gestionar el primer satélite español, ha decidido desviar a la empresa canadiense SPAR la construcción de las dos antenas que estaban destinadas, bajo el esquema de retornos, a la industria española en el contrato firmado el año pasado con Matra. Esta desviación, que supone algo más del 40% del valor total del mencionado contrato, de 6.145 millones de pesetas, ha sido denunciada por la Federación del Metal de Comisiones Obreras a estamentos implicados en el proyecto, y amenaza con originar algunos enfrentamientos entre los ministerios de Transportes, de Defensa y de Industria.

La empresa Hispasat, cuyo capital está repartido entre distintos organismos de los ministerios de Transportes y de Industria, se constituyó a partir del programa del mismo nombre abordado por la Administración española con el objetivo de contar con un sistema de comunicaciones por satélite a partir de finales de 1992. Con su puesta en marcha, se trata de aumentar la capacidad de canales de televisión, de enlazar con América para la difusión de programas españoles y, como misión adicional, prestar servicio a las comunicaciones oficiales.El contrato, consistente en la construcción de dos satélites de órbita (principal y reserva) y un tercero de tierra, se concedió a la firma francesa Matra por un valor 46.200 millones de pesetas en agosto de 1989 (la firma se retrasó a enero de este año). Matra se comprometió a entregar el primer satélite el 1 de julio de 1992 y el segundo cuatro meses después. Asimismo, negoció unos retornos industriales directos por valor de 6.145 millones de pesetas, y aceptó un programa de compensaciones indirectas por valor de 13.200 millones de pesetas.

Los retornos directos se centraron en la fabricación de las dos antenas, que enlazarán con la cobertura americana y la gubernamental, y de los canales de difusión directa (DBS), así como su reflector. Este trabajo fue repartido entre las empresas españolas Construcciones Aeronáuticas (CASA), Inisel, Ceselsa, Sener, Inta y Crisa, principalmente, lo que suponía -al margen del monto que supone su realización- la participación de empresas españolas en procesos de tecnología punta. Del resto de capacidades se encargó la propia Matra.

CASA, perjudicada

Sin embargo, a lo largo de la pasada semana, Hispasat comunicó a los subcontratistas españoles su intención de retirar el mandato para construir las dos antenas y encargárselas a la empresa canadiense SPAR. Esta decisión, que todavía no se había materializado oficialmente a finales de esta semana, supone un recorte aproximado del 40% del valor del contrato, siendo la principal perjudicada la empresa pública CASA, destinataria de 2.237 millones de pesetas del total de los retornos directos a través de su división Espacio.

Según los argumentos referidos por Hispasat a la empresa que preside Javier Álvarez Vara, esta decisión se debe a que existen temores de que por falta de capacidad no puedan completarse los encargos en el tiempo previsto. Anteriormente, ya se habían recibido algunas presiones para que la empresa española subcontratase parte de las antenas con SPAR Aerospace, división aeroespacial de dicha entidad norteamericana que ya pujó por conseguir parte de las subcontrataciones.

Precisamente, en las cláusulas del contrato entre Matra y CASA se recoge que los posibles subcontratos sean con productores españoles. Si finalmente las antenas se desvían a Canadá, CASA tendrá que entregar los estudios preliminares ya realizados, por lo que tendrá que exigir una compensación. Por otra parte, según fuentes de CASA, no existe ninguna circunstancia que pueda generar temores de retrasos en las entregas.

La situación ha sido denunciada por la Federación del Metal de Comisiones Obreras, que tiene mayoría en el comité de empresa de CASA. Estas presiones del sindicato y la propia decisión de Hispasat provocaron que el viernes se celebrase una reunión de urgencia entre los distintos representantes oficiales [Instituto Nacional de Teconología Aeronáutica, Ministerio de Defensa, Retevisión, Telefónica, Caja Postal, Transportes, INI, CDTI e Industria son sus accionistas], con el objetivo de buscar una solución. Comisiones Obreras presionó para que los subcontratos se queden en España.

En cualquier caso, la situación ha generado tensiones entre los tres ministerios implicados, aunque se apunta con el dedo a Transportes, principal responsable desde la Secretaría General de Comunicaciones, que ocupa José Luis Martín Palacín. Las críticas han arreciado por el frenazo que supone para los investigadores españoles la desviación de contratos "cuando precisa mente se había adornado el Hispasat como la oportunidad de engancharse a la tecnología punta para España y poder entrar en consorcios europeos", según una fuente sindical. En CASA se han embarcado en estos traba jos 25 ingenieros y 14 titulados.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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