El Joventut impuso su discíplina en Pesaro y dio un gran paso para ganar la Copa Korac

El Joventut resolvió positivamente la primera parte de la final de la Copa Korac que le enfrenta al Scavolini. Su victoria en la pista del líder de la Liga italiana, un feudo casi inexpugnable, fue producto de un partido muy disciplinado, jugado con una perfecta concentración y con la confianza de saber que los 40 minutos restantes se han de disputar en Badalona. El equipo de Badalona, en definitiva, está a las puertas de sumar su segundo título continental, nueve años después.La primera ventaja verdinegra se produjo en el primer minuto de juego y colocó el marcador en 0-4. Una demostración de la buena disposición con que afrontaban el partido los jugadores badaloneses.

Durante todo el primer tiempo mantuvo ya el tipo el Joventut. En la reanudación, el Scavolini estuvo al borde del KO a los siete minutos, cuando el Joventut alcanzó la máxima ventaja: 68-76. Pero os italianos se recuperaron, aunque para perder por un punto.

El Joventut tiene el título en su mano. Lo peor con vistas al segundo partido de esta final será el eterno espíritu derrotista que envuelve a este equipo. Los italianos no están derrotados, pero, en contra de lo habitual en las últimas ocho finales jugadas y perdidas por el Joventut, el espíritu positivo debe presidir el partido de vuelta.

Una final europea jugada en propia pista y empezando con un punto de ventaja no se puede perder. Lo contrario sería la fosa moral para la carrera de algunos jugadores verdinegros.