Intento fallido

Los intentos de mejora patrocinados por algunas instituciones se han quedado en nada ante el giro que han dado los acontecimientos en los mercados internacionales. La caída de casi un 2% registrada por la Bolsa de Tokio ha sido todo un aviso que, sin embargo, no se tuvo en cuenta, por lo que ha tenido que ser la apertura a la baja de Wall Street la que recordara a los inversores españoles que nada ha cambiado en el mundo financiero como para intentar hacer piruetas. Al margen de estas presiones, hay que tener también en cuenta la situación interna, con el primer banco del país amortizando un 5% de sus acciones y alguno otro de los grandes colocando papel en el extranjero ante la imposibilidad de absorción del mercado interno.Ha sido, pues, el sector bancario uno de los que más han presionado a la baja sobre el mercado, con una incorporación muy negativa del Hispano a la contratación a través de ordenador y una presión generalizada del papel que ha servido para poner las cosas en su sitio. Con todo, el volumen negociado ha vuelto a situarse muy por encima de la media habitual de estos meses, aunque ha sido fundamentalmente gracias a unos cuantos valores eléctricos, hasta ahora los únicos capaces de crecer en volumen, aunque sólo sea a base de aplicaciones.

El pequeño recorte que sufrió el índice en las horas en que coinciden estos mercados con Wall Street pone otra vez sobre el tapete la misma problemática que este intento de mejora pretendía hacer olvidar.