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El crecimiento del dinero en circulación en el mes de febrero, un 3%, confirma el enfriamiento económico

El crecimiento de la cantidad de dinero en circulación en el pasado mes de febrero mantuvo la tónica de moderación del pasado mes de enero, lo que significa que la evolución monetaria sigue ajustándose a los objetivos establecidos por la Administración. Las primeras estimaciones del Banco de España sitúan el crecimiento de los activos líquidos en manos del público en una cifra inferior al 3%. Los temores a una posible subida de los tipos de interés hicieron que los inversores institucionales apenas acudieran a las subastas de bonos y obligaciones del Estado realizadas esta semana por el Tesoro.

El enfriamiento de la economía mediante la utilización de la política monetaria restrictiva sigue dando sus frutos. El crecimiento de la cantidad de dinero en circulación en el pasado mes de febrero se situó por debajo del 3%, según las primeras estimaciones del Banco de España, lo que representa una continuación en la tendencia iniciada hace unos meses cuando se impusieron las nuevas restricciones para reducir el elevado crecimiento monetario.En el mes de enero la cantidad de dinero en circulación aumentó, medido con carácter provisional, el 5,5%, medio punto por debajo de la parte baja de la senda objetivo fijada para el conjunto del año. Las cifras de febrero apuntan a que el crecimiento ha sido aun menor, en tomo al 3%, sin que se detecten, a nivel general tensiones en la demanda de crédito por parte del sector privado aunque es posible que algunas instituciones financieras, o en algunas regiones concretas, las necesidades de crédito de las empresas y particulares, sean mayores. Es posible, se reconoce en medios oficiales, que se hayan producido algunos problemas a la hora de conceder o no nuevos créditos, dados los límites trimestrales establecidos por el Banco de España para llegar a alcanzar el 10% de incremento máximo para la inversión crediticia en este año. Pero estos problemas son coyunturales y no afectan a la marcha general de la situación económica.

El mantenimiento del ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero en circulación en la parte baja de la senda, incluso por debajo de ésta, representa, según fuentes de la Administración la confirmación de que el enfriamiento económico perseguido por las autoridades se está produciendo en los primeros meses del año.

Viejos temores

En medios cercanos al Banco de España se señala que la cifra final de febrero será un buen indicador de la evolución a corto plazo de la economía española, aunque aun existen problemas para delimitar si el enfriamiento adquiere el carácter permanente que se le busca o no. Los problemas de aumento del consumo derivados de la devolución del IRPF, la revisión salarial por la desviación del objetivo de inflación del año pasado y el aumento de los salarios de la mayor parte de los trabajadores a través de los nuevos convenios colectivos, siguen siendo una losa que pesa sobre las decisiones de las autoridades económicas.

La restricción monetaria y los problemas de los mercados internacionales mantiene, sin embargo, las tensiones sobre los tipos de interés españoles. El Tesoro realizó el pasado jueves tres subastas, una de bonos a tres años y dos de obligaciones a largo plazo, cuyos resultados se vieron influidos de forma importante por los temores a posibles nuevas subidas de los tipos de interés.

A la subasta de bonos del Tesoro a tres años, a las que se incorporaron dos innovaciones de relativa importancia, como es el cambio del pago semestral a anual y la incorporación de las comisiones que se cedían a los intermediarios a la rentabilidad final de los títulos, acudió poco dinero. La oferta de dinero superó ligeramente los 87.000 millones de pesetas, de los que solo poco más de 20.000 millones fueron aceptados por el Tesoro. El rendimiento interno de la emisión superó el 14,5%.

Las dos subastas de obligaciones del Estado, deuda a largo placo (10 años) quedaron desiertas como consecuencia del escaso volumen de dinero ofrecido por las instituciones financieras y la decisión el Tesoro de no elevar los tipos de interés por considerar que el nivel alcanzado "es más que suficiente en la actualidad". Para la emsión a diez años con pago de intereses semestral, se ofrecieron 825 millones de pesetas y para la emisión con pago anual la cantidad se elevó ligeramente por encima de los 4.000 millones de pesetas.

Los mercados internos, señalaban fuentes de la Administración, están muy revueltos como consecuencia de los últimos movimientos que se están produciendo en las cuentas de alta remuneración que ofrecen algunos de los grandes bancos y ello retrae a los inversores individuales.

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