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El Real Madrid pierde en Valladolid su primer partido, en los últimos dos meses

El Madrid edificó todo un monumento al conformismo y aplicó siempre la ley del mínimo esfuerzo. Su derrota es la primera en Ios dos últimos dos meses. Hasta el minuto 40 el Valladolid se contagió de estas características. Curiosamente, el Madrid, que tenía dominada la eliminatoria tras el 3-0 del Bernabéu, alineó a su once de gala mientras que los locales presentaron una formación con ocho reservas.Los madridistas hicieron un fútbol especulativo, lento y sin imaginación y los vallisoletanos iniciaron el choque sin arriesgar y sin el orden necesario para encauzar su ímpetu. Daba la impresión de que se preocupaban más de no perder que de intentar dar la vuelta a la eliminatoria.

El partido pudo cambiar de signo en el minuto 18 cuando Caminero envió fuera desde el área chica un balón que había quedado muerto. El Madrid, que no aprovechaba la gran libertad que tenían Butragueño y Schuster, respondió con un gol de Hugo Sánchez que anuló acertadamente el colegiado. Ambas jugadas dieron paso a una fase de monotonía que finalizó con el tanto, de Moya. Los blancos se enrabietaron y el conformismo dejó paso al interés.

Ese interés se mantuvo durante toda la segunda mitad. El Madrid se vino inexplicablemente abajo y el Valladolid se hizo dueño del partido. Desbordados en el centro del campo y romos en ataque los de Toshack se vieron embotellados en su campo por un equipo que recuperó su condición de club copero. Sin embargo, el Valladolid volvió a mostrar sus grandes debilidades ofensivas. Llegaba bien al área, pero ahí se perdía en balones altos que terminaban siempre en las cabezas de Hierro y Ruggeri.

Ni las entradas de Solana y Llorente ni el adelantamiento de posiciones de Sanchís y Martín Vázquez cambiaron el signo del choque. El único fútbol lo ponía el Valladolid mientras su rival dejaba correr el tiempo, incluso con pérdidas impropias de un equipo de su categoría. Cuando los locales se quedaron sin gas y sin ganas y sufrieron las expulsiones de Fano y de Albis se acabó el choque. Al final el gol de Moya fue una simple anécdota, pero los ánimos han quedado excesivamente caldeados para el partido de Liga que ambos cuadros tienen que disputar en Zorrilla.

El encuentro se movió casi siempre bajo las coordenadas de una dureza tan estúpida como inncesaria que a punto estuvo de costar lesiones a Butragueño, Moya y Hugo Sánchez por entradas de Albis, Fernando Hierro y Fano.

El Madrid acabó el partido sin lesionados y con la eliminatoria en el bolsillo pero dejó en Valladolid un mal sabor de boca. Toshack lo describió con ironía: "Todavía no sabemos cual es la categoría del segundo portero del Valladolid". Ni siquiera su conformismo justifica la pobre impresión que mostró durante toda la segunda mitad, en la que bastó la entrega del Valladolid para acorralar a los blancos.

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