El joven herido en un control rechaza la versión oficial del suceso

José Enrique Borda evoluciona favorablemente de las heridas de bala ocasionadas por disparos de la Guardia Civil al huir el joven irunés de un control de los GAR (Grupos Antiterroristas Rurales) en la madrugada del domingo, según la versión oficial.Una versión que se contradice con la dada por José Enrique Borda a su familia, ya que éste asegura que en el lugar donde se produjeron los disparos, en el monte San Marcial, de Irún, no había ningún control y ningún tipo de señalización que indicase la existencia del mismo.

El padre del herido, Emilio Borda, indicó que lo que ha relatado su hijo es que éste oyó unas voces y su novia vio un destello de luz que se parecía a una literna o al faro de un coche. "Poco después notaron que algo había dado en la parte trasera y pensaron que había sido una piedra, cuando la chica le pasó la mano por la espalda se dio cuenta de que estaba sangrando, por lo que a escasa velocidad se trasladaron hasta el hospital del Bidasoa", señaló Emilio Borda.

El Gobierno Civil de Guipúzcoa indicó que los agentes de la Guardia Civil dieron el alto a los ocupantes del vehiculo para identificarles, momento en que el conductor aceleró y dos agentes de la patrulla tuvieron que tirarse a la cuneta. Posteriormente, efectuaron disparos al aire y al suelo.