Las negociaciones para la integración entre Ceselsa e Inisel, virtualmente rotas

Las negociaciones mantenidas durante un año entre Zeseisa e Inisel para la creación de una nueva empresa española de electrónica de defensa se encuentran virtualmente rotas. Ceselsa acaba de remitir una carta al Ministerio de Industria en la que expo

ne su deseo de dar por concluido el proceso de negociaciones si antes de que termine enero no recibe una contrapropuesta por parte del INI. Por contra, mañana se firmará el preacuerdo de fusión entre Entel y Eria que supondrá la creación de una nueva empresa de software, controlada por Inisel en un 51%.El escrito de Ceselsa va firmado por el secretario del consejo de administración de la compañía, José Antonio de Francisco, y fue enviado el pasado miércoles, día 10, al director general de Electrónica e Informática, José Luis Bozal. En el mismo, la empresa privada que preside y controla José Antonio Pérez Nievas reconoce el papel del Ministerio de Industria como promotor de las negociaciones con el INI, a la vez que recuerda los esfuerzos de Ceselsa para llegar a un acuerdo que hasta el momento ha sido imposible alcanzar.

A la vista de la situación, y teniendo en cuenta que la última reunión entre las dos partes tuvo lugar el 2 de noviembre pasado, el consejo de Ceselsa señala que si antes de que termine este mes no recibe una contrapropuesta por parte del INI dará por concluido el proceso de negociaciones.

La actitud de Ceselsa se justifica en tres puntos específicos, que son el excesivo plazo de tiempo transcurrido sin acuerdo, correspondiente a todo el pasado año 1989; la convicción de que el INI no ha tenido hasta ahora voluntad de llegar a un pacto y, en último extremo, los perjuicios que ocasiona el proceso negociador debido a la paralización de decisiones vitales para el desarrollo de la Compañía.

Según la carta de Ceselsa, este impasse ha afectado la cotización en bolsa y ha generado una ambiente perjudicial tanto para los intereses de los accionistas como de los empleados de la compañía. A partir de finales de enero, Ceselsa recuperará, en consecuencia, su libertad de acción lo que puede ser interpretado como el punto final al proceso interminable de negociaciones con el INI.

La comunicación formal del consejo de administración de Ceselsa al director general de Electrónica e Informática resume también el calendario negociador desarrollado hasta la fecha. La primera tanda de encuentros se celebró entre enero y marzo del pasado año, mes en el que las negociaciones quedaron paralizadas hasta que a finales de julio, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, reanudó el diálogo entre las partes con la presentación de un proyecto basado en la creación de una gran empresa de electrónica de defensa, participada en un 40% por Ceselsa, otro 40% por el INI y el 20% restante en manos de socios privados.

A mediados de septiembre, las dos compañías mostraron sus prosiciones de partida y un mes después Ceselsa formuló una propuesta concreta a la que, según la carta, no ha habido respuesta por parte del INI. Ceselsa exigía entonces el control de la gestión de la compañía resultante, así como la delimitación de fronteras de actividad entre la nueva empresa que nacería de la fusión y otras compañías del INI que operan en el sector de defensa. Además, la empresa privada pedía que cualquier valoración de activos favorable fuera compensada con aportaciones monetarias como vía para mantener la retribución a sus accionistas.

Contrapropuesta

La propuesta de Ceselsa fue rechazada taxativamente por el INI según expusieron en su día los representantes del holding público. Sin embargo, la carta de la empresa privada señala que el Instituto no ha respondido todavía de forma oficial al planteamiento de Ceselsa ni, en su defecto, ha presentado una contrapropuesta que permita reconducir las negociaciones.

Por otra parte, en el lado positivo de la balanza, Industria ha conseguido que Telefónica y el INI se pongan de acuerdo para llevar a cabo la fusión de sus respectivas filiales, Entel y Eria. El proyecto se firmará mañana y la empresa resultante, de nueva creación, recibirá la totalidad de los activos de Eria y una parte de los activos de Entel, ya que tanto el software de comunicaciones como el de defensa seguirán en Telefónica. La futura compañía tendrá un volumen de negocio de 15.000 millones de pesetas.