El último aviso
La caída general de las cotizaciones bancarias producida ayer se interpretaba como el último aviso para un deslizamiento de estos valores a partir de su entrada en el mercado continuo. En cualquier caso, y al margen de las causas que lo provocaron, el recorte bancario casi al unísono de los seis grandes decantó a favor de la oferta el equilibrio precario manifestado en las sesiones precedentes. Este hecho puede resultar significativo porque, al menos en teoría, aplaza la entrada masiva de dinero esperada por todos que iba a dar mayor solidez y firmeza al mercado. El desánimo que provocó ayer el encaje de los bancos sirvió, además, para que las carteras más volátiles aprovecharan para realizar beneficios.
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