Ribadulla dimite como presidente del Celta

José Luis Ribadulla presentó en la madrugada de ayer su dimisión como presidente de Celta de Vigo, cargo que ocupa ahora provisionalmente el vicepresidente Eugenio Pernas. Las protestas y abucheos que grupos de aficionados dirigieron hacia el palco presidencial del estadio de Balaídos durante el partido frente al Club Deportivo Logroñés, que derrotó al Celta (0-1), resultaron determinantes para que Ribadulla tomara esta decisión.

La postura de Ribadulla contó con la oposición de jugadores, directivos y empleados, que intentaron evitar la marcha de su presidente, que ponía así punto final a una etapa de siete años al frente del Celta, que ahora se encuentra en una posición más que incómoda, con nueve puntos y siete negativos. El dimisionario no acudió ayer a la reunión de la junta directiva.

"Después de lo sucedido entendí que la gente pedía un revulsivo y que ese revulsivo era yo. Siempre se quiere la cabeza de alguien cuando las cosas van mal. Yo no creo que haya que hablar de culpabilidades, pero sí tengo claro que el presidente tiene la mayor parte de responsabilidad. Si.yo puedo ser un revulsivo, pues fenomenal. Mi decisión .es firme". Así se expresó el presidente dimisionario y de nada sirvieron los ruegos de la gerente del club, Ángeles Santos, ni la insistencia de sus compañero de junta directiva, ni el diálogo que cuatro integrantes de la plantilla -Julio Prieto, Espinosa, Lucas y Atilano- mantuvieron con él.

El entrenador, José Manuel Díaz Novoa continúa mientras en su puesto.