Renfe cesa a los directivos de su filial Datsa por desacuerdos con la marcha de la empresa

La dirección de Renfe destituyó hace unos días a los responsables de Datsa, sociedad filial creada hace dos años y dedicada al transporte de paquetería. Se trata del segundo caso de cese de directivos y apertura de investigaciones en empresas públicas relacionadas con el transporte desde el pasado mes de octubre.

El primer caso se produjo en la Empresa Nacional de Transportes por Carretera (ENATCAR), sociedad que hasta 1988 dependía también de Renfe Y' contra cuyo ex presidente, Rafael Ortega y otros directivos, se han iniciado acciones legales para clarificar una presunta malversación de fondos.

No obstante, según diversas fuentes, ambos casos son diferentes. En ENATCAR, el cese. fulminante de su presidente Rafael Ortega en octubre se produjo tras conocerse que la empresa Comercial de Transporte del Mediterráneo (CTM), filial de ENATCAR, adquiriera por 475 millones de pesetas la sociedad Autocares Bética, cuando, al parecer, el valor de ésta última no sobrepasaba los 70 millones de pesetas.

En el caso de Datsa, empresa creada en 1987 con el propósito de centralizar los despachos de paquetería de Renfe en diversas provincias, el cese se ha producido, según la versión de la empresa que preside Julián García Valverde, por desacuerdos con la marcha de la sociedad.

Según otras fuentes, el cese del presidente de Datsa, Marcial López Linares, se debe a discrepancias entre la cúpula directiva de Renfe y la de Datsa a consecuencia de la absorción de la cooperativa de transportes madrileña Transmere.

Absorción de pasivo

La operación implicaba la absorción de un pasivo por parte de Datsa de unos 200 millones de pesetas. La misma versión asegura que Marcial- López Linares había presentado la dimisión semanas antes de su cese ante la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones de pago que suponía la operación y que habían sido avaladas en su día por la propia Renfe. Marcial López Linares está considerado en el seno de Renfe, empresa a la que todavía pertenece, como un hombre crítico en los últimos tiempos con el presidente Julián García Valverde.La mala situación financiera de Datsa obligó en el mes de octubre a convocar un concurso público para ceder el transporte de paquetería en Madrid. El ganador del concurso debía hacerse cargo del pasivo de Transmere. No se presentaron candidatos y Datsa debió asumir la prestación del servicio.

La imposibilidad de la filial de Renfe para hacer frente a los pagos de Transmere, según el acuerdo alcanzado entre ambas empresas, dió lugar a amenazas de embargo sobre la cooperativa y provocó la presión sindical sobre Datsa. Los responsables de la filial de Renfe mantuvieron un tenso tira y afloja con José Rodes, responsable de las empresas participadas, que ha finalizado con el cese de los directivos de Datsa y la apertura de investigaciones en torno a la operación de Transmere.

En Datsa, según fuentes que han tenido acceso a la documentación de la sociedad, se han, realizado dos auditorías sobre el ejercicio 1988. En la primera de ellas, elaborada por la firma auditora Arthur Andersen por encargo de su entonces presidente Marcial López Linares, no existe aparentemente ninguna irregularidad.

La segunda auditoría, encargada por Renfe, cuestiona la operación realizada con Transmere y pone el acento en la adopción de decisiones unilaterales por parte de los responsables de Datsa.