Abrir y cerrar de ojos
Los bancos y algunas constructoras debían animar inicialmente la sesión a la vista de las posiciones apuntadas en horas precedentes. Sin embargo, la ilusión óptica del dinero, presionando de forma selectiva y firme, duró lo que un abrir y cerrar de ojos. Durante la jornada se fue apagando el primer fogonazo y la inversión dio claras muestras de volver sobre sus pasos y ponerse a cubierto. A media sesión, algunos valores significativos de entre los que mayor liquidez ofrecen en este mercado -dos sociedades de servicios y una cervecera- absorbieron cantidades moderadas de dinero y animaron tímidamente los corros. A los cierres, el volumen negociado el lunes y la cifra provisional de ayer regresaron a la cruda realidad.
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